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[Recuerdo]

—¿En qué piensas? —.

Exclamó Byung tumbándose en la cama con Hyukjae después de terminar con los arreglos de la mesa para la cena familiar que tenían en puerta. Misma que fue organizada por los hermanos Lee para celebrar el ascenso de Hyuk en HUM4NS.

Ambos chicos (uno al lado del otro en la misma dirección) enfocaron aquel punto en el techo donde un par de años atrás encontraron cierta imperfección en la casa que alquilaban para vivir desde que llegaron a Estados Unidos. Figuraba la hendidura provocada por un golpe. Llamaba la atención de cualquiera que mirase por unos segundos a las alturas de esa habitación dado que irrumpía la concordancia cuasi perfecta de la locación en la que Hyuk habitó lo que restó de sus años universitarios.

Curiosamente, la mancha en el techo también se volvió el ancla principal en medio de la locura de un pelinegro a quien su mente acostumbraba a jugarle de mala forma imaginando que, en algún momento, cuando volviera a separar sus párpados para recibir las calurosas mañanas, no sería ese lugar donde estaría, sino junto a cierta persona que acostumbraba a dormir acurrucado entre su cuello y el largo de sus brazos.

Porque los primeros despertares en ese país fueron tormentosos y bellos en cierta medida. Hyukjae se enderezaba hecho un desastre de cabellos +, con dos o tres ideas esparcidas en su mente que apenas carburaba entre la inconsistencia de su más reciente sueño y creyendo nítidamente que serían las paredes de una residencia universitaria las que le rodeaban.

Luego, caía en cuenta que la fisura del techo no había desaparecido y que, por lo tanto, él seguía radicando en Estados Unidos. Muchos, muchos kilómetros lejos de su antigua habitación en la Universidad Yonsei donde, a pesar de la corta estadía, acumuló más recuerdos de los que hubiera imaginado recién iniciada su estancia.

Lee Hyukjae disfrutó desde el principio esa nueva etapa como estudiante extranjero. Los retos en la barrera de idioma y la cultura lejos de incomodarle eran un incentivo que avivaba sus deseos por conocer y entender mejor la realidad en la que estaba inmerso. Así que no era correcto decir que lo estaba pasando mal en cuanto a los cambios sobre su nueva vida. Pero, definitivamente, habría podido sacarle el provecho máximo a su situación occidental si con él llevase la pieza faltante de sus aspiraciones.

Incontables veces se dio la oportunidad de fantasear si, en un mundo perfecto para él, DongHae estudiara en ese mismo lugar.

¿Qué tanto habría cambiado su relación al ser colocados en un mundo distinto del que se conocieron?

Por mucho que lo pensara, Hyuk consideraba que puras cosas buenas habría obtenido en el trayecto.

Desde compartir sus tardes de estudio juntos encerrados en la habitación. Hasta los besuqueos imparables que quizá funcionarían como la recompensa perfecta para incentivar sus horas dedicadas a la lectura.

Se hubieran graduado juntos.

Hyukjae no dudaba que Hae también pudiera trabajar en HUM4NS dentro de su área gracias a las innumerables habilidades que el chiquillo poseía en cuanto a los estudios y el desarrollo de sus labores profesionales.

Recorrerían Bourbon Street tomados de las manos durante las vacaciones de verano. Asistirían a los festivales de arte que Hyukjae amaba recorrer por lo menos una vez al mes. Ahorrarían juntos para conocer Disneyland ayudados por las pagas que recibirían de sus respectivos trabajos de medio tiempo.

¿Dónde trabajaría Lee DongHae de ser ese el caso? ¿Una cafetería? ¿Una florería? ¿Alguna biblioteca? No importa. Porque suponiendo que alguna de aquellas opciones fuese el caso Hyukjae lo visitaría entre sus ratos de descanso. Lo arrinconaría detrás del lugar y le escarbaría la boca hasta que debiera volver al trabajo. Le acariciaría las mejillas. Le succionaría sus preciosos labios hasta dejárselos bien rojos sin importar que, avergonzado, Hae tuviese que regresar al trabajo intentando cubrirse lo hinchado de su boca.

Strawberry [EunHae]Where stories live. Discover now