Capítulo 15

51 7 0
                                    

El bosque volvía a estar en paz bajo los rayos matutinos, la noche de terror había acabado.

Sapnap se despertó, encontrándose solo en la cama. "¿Se fue?". El pensamiento le provocó una tristeza en el pecho, pero la partida del demonio era inevitable desde el principio.

Se levantó y…

—¿A dónde crees que vas, bonito? –Una voz detrás suyo lo asustó tanto que casi se cae de la cama.

Volteó, Quackity estaba mirándolo divertido y sensual como siempre. El demonio se le acercó y lo tomó del mentón con intenciones de besarlo, pero Sapnap se alejó antes de que eso pasara.

—¿Qué intentas?

—¿Yo? –Sapnap asintió, mirándolo desafiante–. Iba a besarte, ¿no era eso lo que querías? Porque eso es lo que me pide tu mirada.

El menor desvió la vista repentinamente nervioso. No es como si hubiera sido atrapado, no, lo que dijo no era cierto; solo era un estúpido intento del demonio por seducirlo.

"Sin embargo…"

Sapnap ignoró lo sucedido y se levantó para buscar algo que comer en la caja; casi gritó de la emoción cuando encontró unos fideos instantáneos. Aún estaban en buen estado y eran mucho más sabrosos que los enlatados insípidos que tenía en su mochila. Comieron en silencio, cada uno perdido en su mente, aunque fue un silencio bastante agradable a opinión de Sapnap.

Antes de bajar por la gran escalera, el menor se despidió del lugar que tantos recuerdos le trajo: anoche soñó con la primera vez que Dream lo había llevado allí, hace tantos años y en situaciones tan diferentes. Las cosas eran distintas ahora, pero extrañamente algo se sentía igual.

Se aseguró de guardar comida y agua para el viaje, también de dejar todo en su sitio para evitar problemas con el rubio, y de que las ventanas esten bien cerradas. Escribió una nota que dejó en la cocina por si Dream volvía a ese lugar, así sabría que él fue quien estuvo ahí. "Aunque yo se lo contaré cuando vuelva a la aldea".

"Digo, si es que vuelvo".

Bajó por la larga escalera, sujetándose fuerte cuando la brisa la movía, y se encontró con el demonio en el suelo.
Cómo no, se había transportado.

—Te podría haber bajado volando –le dijo. Sapnap negó.

—Probablemente intentarías secuestrarme; yo puedo solo.

—Deja de hacerte el difícil conmigo, culero. No te engañas ni a tí –dijo Quackity con una gran sonrisa que al menor le causó un cosquilleo.

—¿Podemos viajar de forma tranquila sin que trates de cogerme a cada rato? Eso incluye comentarios de doble sentido y miradas lascivas.

—Si me aseguras que me dejaras cogerte al final; con gusto, bebé~

Al final se rindió con su intento de diálogo y optó por seguir ignorando lo que decía; el íncubo a veces era muy molesto, pero en ocasiones era una buena compañía: hablaban, reían, incluso lo ayudaba. Siempre lo ayudaba. Siempre lo salvaba, como en el río o con las hadas.

Sapnap revisó el mapa que había tomado prestado de la "casita" de su mejor amigo y lo observó, tratando de adivinar dónde estaban. Habría sido bueno que Dream haya marcado el lugar, pero como era tan buen cazador no lo necesitaba.

"Si tan solo él estuviera aquí… todo sería más fácil". Lo echaba de menos; a él, a Nikki, a Karl y a la pequeña Drista.

Se alejaron de la seguridad y comodidad del pequeño refugio y continuaron su caminata. El cielo estaba algo nublado, así que tenían que apresurar su marcha antes de que les pille la lluvia.

Dispuesto a todo  [Quacknap]Where stories live. Discover now