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Lalisa Manoban vivía con sus padres y su hermano mayor. Trabajaba a medio tiempo en un restaurante de pollo frito con su mejor amiga, Rosseane Park.
No estudiaba, ya que primero quería reunir el dinero para entrar a una universidad, sus padre trabajaba en un restaurante japonés, su mamá en una floristería y su hermano tenía una beca universitaria gracias a sus notas. El dinero de sus trabajos no era suficiente para ayudarle a pagar su universidad, sus notas en preparatoria no eran malas, pero la universidad a la que quería ir no daba becas ni siquiera por el buen desempeño, ya que era privada.

En su tiempo libre daba clases de dibujo y a veces ayudaba a su madre con pedidos de la floristería. Era una chica muy trabajadora, su familia la amaba pero a veces decían que no actuaba conforme a su edad y eso molestaba a la pelinegra.

...

ㅡQué día tan cansadoㅡLisa suspiró mientras se quitaba la gorra que era parte de su uniforme. Estaba en el área privada para los trabajadores del restaurante.

ㅡNi lo digas ㅡRosé tomó asiento, su amiga repitió la acción ㅡpero lo vale ㅡManoban le dio una mirada incrédula ㅡlo vale, Lice. El pollo frito lo vale ㅡsu mirada fue soñadora.

ㅡEl pollo frito es delicioso, pero estar tan cerca de él todo el día me empieza a cansar ㅡdesabrochó un botón de su camisa.

El uniforme consistía en una gorra azul con el logo de "행복한 치킨 (pollo feliz)"
Camisa de botones azul con otro logo dibujado en la parte derecha del pecho y pantalones negros.

La puerta de la sala de descanso se abrió ㅡLisa o Rosé sé que están en hora de descanso, pero ¿alguna podría por favor sacar la basura que está cerca de la salida trasera? Jimin salió corriendo hacia el sanitario y soy la única afuera. ㅡera la jefa, Park Jihyo, una pelinegra de baja estatura y piel blanca como la nieve.

ㅡClaro, enseguida, unnie ㅡasintió Park. Jihyo sonrió agradecida y salió ㅡLice, ve.

ㅡ¿Qué? ¿Por qué yo? ㅡreclamó con el ceño fruncido.

ㅡFue mi turno la última vez. ㅡle recordó.

Iba a replicar pero prefirió aceptar su destino ㅡTe odio ㅡle sacó el dedo del medio y salió.

ㅡ¡Me amas! ㅡescuchó el grito de su amiga y torció los ojos.

...

ㅡDiablos, eso sí que fue una bolsa grande ㅡ murmuró mientras sacudía sus manos. La puerta trasera iba a dar a un callejón, ahí estaba el depósito para la basura.

Iba a volver pero escuchó voces a su espalda, volteó y era lo que parecía una pareja.

ㅡSuéltame o llamaré a la policía ㅡamenazó la mujer bajita forcejeando con el tipo.

Lisa veía la escena detrás del contenedor de basura, se había escondido.

ㅡ¿Crees que te van a escuchar? ㅡel hombre se burló, sostenía sus muñecas de forma bruscaㅡnadie escuchará ninguno de tus gritos. Por lo que voy a tomar ventaja de ello, te guste o no ㅡrelamió sus labios.

Oh, no. Esto no es una pareja. Pensó con miedo. ¿Qué hago? No puedo simplemente dejarla a su suerte. Si me voy a traer mi celular quién sabe qué podría hacerle.

El cerebro de Manoban trabajaba a mil por hora. Miró su alrededor y encontró una varilla de metal.

Es esto o nada. Que Godjihyo se apiade de mí.

Tomó el objeto con manos temblorosas y caminó sigilosamente hacia la pareja. El hombre estaba de espaldas a ella por lo que no se había dado cuenta.
La castaña se percató de su presencia y abrió los ojos, Lisa le hizo la seña de que guardara silencio, sin embargo, el hombre se dio cuenta.

Fue ahí cuando el corazón de Manoban empezó a latir salvajemente, antes de darle tiempo a que se volteara por completo corrió hasta él y con la varilla golpeó su cabeza con fuerza.

ㅡ¿Qué mierda? ㅡsiseó de dolor, cayendo al suelo. Se había desmayado al instante.

En ese instante, Manoban tomó a la extraña de la muñeca y la arrastró hasta la puerta del local.

...

Lisa respiraba de forma agitada, la extraña junto a ella seguía en shock.

ㅡMira, puedes salir por el frente ㅡManoban recuperó el aliento ㅡeso si, deberías decirle a alguien que te venga a recoger ㅡla observó bien. Piel blanca como porcelana, rostro bien cuidado, ojos felinos oscuros que la veían con admiración, sus labios color rosa eran lindos según Lisa y era más baja que ella.
Además, vestía de manera elegante, pantalón de vestir negro, tacones negros y una blusa de seda color beige. Su cabello castaño estaba amarrado en una coleta, algunos mechones sueltos le daban un aire juvenil.

ㅡYo... ㅡempezó la mujer.

Y tiene linda voz. Se dijo a sí misma.

ㅡTe lo agradezco mucho, te debo mi vida ㅡbuscó las manos de la pelinegra y las tomó ㅡ¿cuánto te debo? ㅡmiró con intensidad.

ㅡ¿Qué? ¡no! ㅡse alejó de ella ㅡno me puedes pagar por algo así ㅡsu rostro tenía una mueca de confusión ㅡyo no debería estar aquí perdiendo mi tiempo de descanso con una extraña ㅡse recordó.

ㅡ¿extraña? ㅡpreguntó la pelinegra decidiendo ignorar la parte de perdida de tiempo. No era posible que no supiera quién era ella.

ㅡBueno, extrañas con cara de diosa griega ㅡcorrigió como si fuese lo más relevante.

Era un hecho, no sabía quién era.

ㅡMi nombre es Jennie Kim ㅡlevantó su mano para que Manoban la tomara y así lo hizo. ㅡla más baja apretó la mano áspera.

ㅡSoy Lalisa Manoban ㅡse presentó.

ㅡLo sé, lo dice tu camisa ㅡseñaló la placa con su nombre soltando una risita ㅡdices que no debes hablar con extraños, pero trabajas en un restaurante de pollo frito... ciertamente hablas con extraños todos los días.

Lisa se rascó la nuca avergonzada ㅡYo... debo volver a trabajar ㅡse excusó.

ㅡEntiendo, ¿puedo venir mañana? ㅡpreguntó mirándola intensamente.

ㅡPuedes venir cuando quieras, es un restaurante público. ㅡdijo con obviedad.

Jennie puso una mano en su frente, su ceja se crispó un poco ㅡClaro.ㅡse fue, dejando a una chica monolid confundida.

Sugar Mommy 𔘓 JenLisaWhere stories live. Discover now