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Las respuestas de Lisa habían dejado un mal sabor de boca en la CEO, e incluso su disgusto fue demasiado evidente para su mejor amiga.
—¿Problemas en el paraíso?
Jennue cerró su laptop —No sé, simplemente está actuando de forma extraña.
—¿Extraña en qué sentido? —Nayeon bloqueó su celular para prestarle toda su atención.
—Cortante. —dijo con un puchero —¿Qué haces cuando Jeong está actuando así? —siempre es bueno pedir consejos, en especial a una pareja tan fuerte como lo es la de Nayeon y Jeongyeon. Ya Lisa les había pedido consejo a sus amigas, ahora fue su turno.
—Bueno, mi Jeong es mayor, por lo tanto es un poco más madura, Jennie, así que cualquier problema que tenga con otras personas no debería impedir con su trato usual hacia mí. ¿Hiciste algo que la molestó?
La CEO frunció el ceño al oír que de forma implícita su mejor amiga llamó inmadura a su novia, pero simplemente lo dejó pasar —No realmente, de igual forma hablaré con ella más tarde. —recordó su asunto en Busan —Probablemente pase la noche en Busan, así que quedas a cargo.
Nayeon ya ni siquiera se sorprendía —Bien. Solo procura ser discreta, Dispatch anda tras de ti todo el tiempo.
—Sí, lo sé. He sido más cuidadosa de lo normal.
....
Lisa miraba con aburrimiento el paisaje por la ventana, el viaje estaba siendo silencioso, a excepción de la música proveniente del radio. Su novia le ofreció el asiento del piloto para que pusiera a prueba los conocimientos aprendidos, pero se negó.
La noche anterior ni siquiera pudo dormir, las palabras de sus padres aún resonaban en su cerebro. Sabía que su novia había notado su actitud, más no dijo nada. La menor no estaba muy segura de querer ir de viaje con la CEO, sin embargo, habría sido muy grosero de su parte declinar.
No es porque no quisiera pasar tiempo con ella, sino que había muchas cosas en su mente en ese momento y no se sentía con los ánimos para lidiar con otras situaciones.
Un fuerte suspiro de Jennie atravesó la música, el trato silencioso de Lisa la decepcionó —Podrías haberme dicho que no querías venir, tu cara de aburrimiento es dolorosamente evidente.
Lisa brincó en su asiento—No es eso, simplemente no he dormido bien. Sería grosero quedarme dormida. —dijo evasiva.
—No tengo problema con que duermas, aún falta poco más de una hora de viaje. —Jennie pensó que era mejor hablar de lo que sea que molestaba a su novia una vez que estuviesen en el hotel, de esa forma podrían hablar frente a frente.
—¿Estás segura?
—Sí, de todas formas ni siquiera estás hablando. —su tono fue más duro de lo que quería.
Lisa hizo una mueca —Lo siento.
Kim simplemente negó y la miró de reojo —Lo que sea que te moleste podremos platicarlo más tarde.
Con suerte.
...
—¿Cuál prefieres? —Jennie levantó dos chaquetas de cuero, una color marrón y otra color negro.
La CEO se tomó muy en serio lo de ir de compras, ya habían entrado a cinco tiendas diferentes en menos de una hora.
A la menor por supuesto, le tocaba cargar con las bolsas.
Una gorra y unos lentes oscuros cubrían el rostro de la mayor para evitar ser reconocida.
Lisa por otro lado también vestía una gorra, no quería que se rostro sufriera las consecuencias del sol.
—Ninguna. —Manoban respondió con pereza desde su asiento. Odiaba ir de compras —Pensé que las cosas que ibas a comprar serían para ti, yo no necesito nada de esto. Simplemente vengo a acompañarte.
Jennie frunció el ceño y devolvió las chaquetas a su lugar —Pensé que era obvio que era un día de compras para ti. —se puso frente a su novia con los brazos cruzados —Hace días no te compro nada.
—Y no tienes que hacerlo, odio ir de compras y odio que compres cosas innecesarias para mí. —apartó la mirada —Si hubiese sido obvio créeme que no estaría aquí.
—Bueno, realmente no estás aquí. —tarareó con enojo —Podemos irnos a casa si quieres. No voy a obligarte. —declaró y salió de la tienda, dejando a la menor atrás.
—Oh, vamos, Jennie. —Lisa habló a su espalda, siguiendo a una osita furiosa que la ignoraba —Nini...
—No hablaremos aquí, Lisa. —su tono frío fue suficiente para hacerla callar
Caminaron hasta el estacionamiento en silencio.
El viaje hasta el hotel había sido completamente silencioso. E incluso mientras llegaron a este, fueron a recepción y caminaban hasta su habitación, ninguna dijo una sola palabra.
La CEO abrió la puerta y tiró su pequeño maletín a la cama king. Lisa puso su mochila sobre un sofá.
Era por supuesto una de las mejores habitaciones del hotel y era increíblemente grande. Las paredes estaban pintadas de color beige, había una gran ventana a unos metros frente a la cama que le daba una vista de toda la ciudad.
Estaban en el último piso de 30.
—Puedes bañarte o dormir, lo que sea. —Jennie seguía enojada y se disponía a sacar ropa de su mini maleta.
—Lo siento. —Lisa susurró con vergüenza.
—¿Te disculpas porque en verdad lo sientes o porque crees que es lo correcto? Apuesto a que ni siquiera sabes por qué lo haces. —Kim no la miraba.
—¿Podrías dejar de ser tan... tú? —ni siquiera se sentía con ánimos para discutir, pero ahí estaba Jennie Kim analizando cada una de las cosas que hacía y Manoban no estaba de buen humor.
—¿Y cómo es eso? —giró su cuerpo, su cara estaba carente de emociones —Ilumíname. —su voz por supuesto goteaba ironía pura.
Lisa negó y se levantó del sofá —Hay muchas cosas en mi mente, lo menos que quiero es iniciar una discusión contigo.
—No quieres iniciar nada, ni una conversación, ni una cita, ni nada. —reclamó —No creas que no me he dado cuenta de que últimamente siempre soy yo quién inicia nuestras salidas.
—Entonces no lo hagas. No tienes que comprar mi amor con citas a lugares ostentosos y regalos exagerados. No quiero nada de eso. —masajeó el puente de su nariz con estrés.
—¡Es parte de nuestro arreglo! —chilló exasperada.
—¿Podrías dejar de hablar de nuestro noviazgo como un arreglo entre socios? Pensé que eso ya había quedado atrás. —dijo con voz trémula —pero por qué me sorprendo, tu familia ni siquiera sabe quién soy. Sigue actuando como mi sugar si eso es lo que quieres, da igual.
