5.

5.1K 546 70
                                    

~Tarde del día siguiente.

Lalisa Manoban se tronaba los dedos de forma nerviosa. Iba en camino a la casa de Kim, la mayor le había enviado la dirección temprano en la mañana.

Se la pasó pensando en lo que podría pasar durante todo el día, eso le valió uno que otro accidente en su trabajo.
Por eso llevaba dos dedos de su mano derecha con banditas, se había cortado sin querer.

Rosé se burlaba de su nerviosismo junto con Jimin, su otro compañero y amigo.

...


La pelinegra tocó la puerta del departamento de la mayor. Segundos después esta apareció. Su cabello estaba amarrado en una coleta desordenada, su flequillo era visible, vestía un traje color celeste.

Hermosa. Pensó Manoban.

ㅡLisa, pasa, por favor ㅡKim se hizo a un lado para dejarla pasar. La menor se quitó los zapatos.

Llegaron a la sala de estar y le ofreció sentarse ㅡhace poco llegué del trabajo, ¿me das un tiempo para cambiarme? ㅡsu voz fue tierna.

ㅡClaro. ㅡLa castaña asintió y se fue.

Manoban observó todo a su alrededor, era un departamento moderno y bastante amplio, la iluminación era perfecta ya que hacía buen contraste con los colores del lugar: negro y blanco.

No había fotografías ni muchas decoraciones, por lo que no estaba ese aura hogareño usual. Sin embargo, era un lugar digno de una CEO. Los minutos pasaron y la mayor hizo acto de presencia. Lisa inhaló profundo, la había dejado sin aire. allevaba un vestido que al parecer de la pelinegra era como una bata larga, una camisa de cuadros y sus pies descalzos.

¿Cómo es posible? ¿Es que se ve bien con todo?

Se había quedado embobada, no se percató de las llamadas de Jennie.

ㅡTierra llamando a Lalisa Manoban ㅡpasó su pequeña mano frente a la chica con monolids. Estaba muerta de risa.

ㅡAh, lo siento ㅡsu cara se puso roja.

...

Jennie no le cedió el paso a la menor solo porque sí, fue para inspeccionarla. Y vaya que se veía bien, a pesar de que la pelinegra vestía de manera simple, con jeans, tenis blancas y camiseta negra... no había duda, era bastante guapa y atractiva.

Le pidió un momento para poder cambiarse, no pensaba andar en su traje todo el día. Por supuesto que eligió un outfit sencillo pero pensaba sacarle provecho, tomó una camisa de cuadros para hacer pantalla, no planeaba quedarse con ella por mucho tiempo. Kim sabía que uno de sus mejores atributos eran sus clavículas y planeaba aprovecharse de ello.

Fue alentador para ella saber que
Manoban la encontraba atractiva, lo supo por las miradas poco disimuladas que le daba, así que fue un punto a su favor.

ㅡ¿Todo bien? ㅡsonrió al verla sonrojada. Se sentó junto a ella ㅡ¿Quieres agua o algún refresco? ㅡofreció y la menor declinó. Puso su mano en la rodilla de la más alta y la sintió tensarse.

ㅡ¿P-por qué querías verme? ㅡcarraspeó un poco. Se acomodó en el sofá tratando de imitar a la mujer frente a ella, la cual tenía una postura perfecta.

ㅡConque al grano, ¿eh? ㅡsonrió lasciva.

ㅡEs que fue bastante extraño. Me refiero al "sí o sí" ㅡrascó su nuca.

Kim asintió ㅡNo planeo irme por las ramas Lisa, soy bastante directa y si algo no me gusta lo digo. De igual manera cuando algo me interesa o en este caso alguien ㅡsu mirada sobre la menor fue penetrante.

ㅡ¿A qué te refieres? ㅡLalisa Manoban a veces era bastante "cerrada".

ㅡ¿qué tal si me dejas pagarte por tu compañía? ㅡcerró los ojos esperando una respuesta negativa ya que estaba segura de que la pelinegra lo había malinterpretado, sonaba como si estuviese pidiendo por los servicios de una prostituta. No esperó oír una carcajada. Le dio una mirada confusa ㅡ¿De qué te ríes?

ㅡ¿Qué clase de broma es esta? ㅡLimpió las lágrimas que salieron de sus ojos.

ㅡ¿Broma? ㅡfrunció el ceño.

ㅡSí, digo, ¿por qué una mujer tan impresionante como tú querría pasar tiempo conmigo? ㅡahora estaba seria ㅡCon alguien 10 años menor. ㅡrecordó.

ㅡ¿Por qué no? ¿Te has visto en un espejo? Eres increíblemente atractiva y tu aura es refrescante para mí.ㅡmovió su mano de arriba hacia abajo ㅡAdemás, la edad no me importa, a menos que a ti sí.

ㅡNo, pero... ㅡchasqueó sus dientes ㅡcreo que debería irme, esto es ridículo, todo eso del aura refrescante ㅡintentó ponerse de pie. Jennie al ver esto decidió impedirlo y se tiró sobre su cuerpo, ambas cayendo en el sofá de forma desordenada. Su cabeza quedó en el pecho de la menor y estaba a horcajadas sobre ella.

ㅡNo te vayas, por favor. ㅡsusurró en el cuello de esta ㅡMe siento muy sola y una parte de mí necesita saber que soy la prioridad de alguien, que tal vez sí valgo la pena, incluso si tengo que pagar por ello. ㅡKim se sentía como una niña pequeña. Era bastante patético, mendigar por atención, pero ella le pagaría. Eso estaba bien, ¿no?

El corazón de la pelinegra se contrajo al oír esas palabras y la envolvió en sus brazos ㅡEstá bien. No me iré ㅡapoyó su mentón en la cabeza de la mayor ㅡPero no aceptaré tu dinero.

Jennie sacó su cabeza del cuello de la castaña, haciendo que sus rostros quedasen muy cerca y sus labios rozándose, bajó la mirada y vio ese par de belfos bastante llamativos, tragó saliva.

La menor también estaba mirando los labios de la castaña, levantó la mirada y la otra hizo lo mismo. Compartieron miradas, no se necesitaron palabras.

Ambas conectaron sus labios en un beso suave, Kim cerró sus ojos. Hacía mucho no besaba a nadie, se sentía en las nubes.

Manoban llevaba alrededor de un año soltera, sentía que estaba un poco oxidada, sin embargo trató de seguirle el ritmo.

...

ㅡ¿hacemos un trato? ㅡsusurró en sus labios ㅡNo haré que se sientas abrumada. También te consentiré.

ㅡEstá bien. ㅡacarició su rostro ㅡSupongo que te daré la atención que mereces. 

Sugar Mommy 𔘓 JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora