家賃 ┊❛❛A Chifuyu nunca le ha gustado romper sus promesas, pero cuando hace una que sabe no puede cumplir, hace hasta lo imposible por no dañar la ilusion de su hija de 7 años.
Es por eso que contrata a Baji Keisuke durante 24 horas, para que vaya a...
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— ¿Papi? —Llama Jade mientras Chifuyu enjuaga sus rizos con restos de shampoo.
Jade está dentro de la gran bañera, la cuál estaba llena con agua tibia, espuma y algunos cuantos juguetes de baño que flotaban de aquí para allá. El olor a coco del jabon inunda el pequeño cuarto y Chifuyu se concentra en bañar a su hija intentando disipar un poco esos pensamientos que le atormentan desde hacía ya varias noches.
— Dime cariño —Dice en un tono suave.
— ¿Por qué papá se ha ido tan pronto? No he podido despedirme de el, ni preguntarle cuando volverá.
Chifuyu detiene su tarea cuando Jade sin saberlo lo devuelve a ese hueco de miseria del que intentaba salir. Hace una mueca incómodo que por suerte Jade desde su posición no alcanza a notar.
— Una urgencia de adultos. Debía de irse —Le responde lo más suave que puede intentando quitarle parte de la importancia.
— Pero tu siempre me dices que irse sin despedirse es de mala educación —Chifuyu no puede verla, pero está casi seguro que un puchero se ha instalado en sus labios.
— Y lo es.
— ¿Papá es un mal educado entonces? —Jade frunce el ceño y se gira sobre su cuerpo para encarar a su padre.
— A veces los adultos tienen responsabilidades importantes y deben de irse, y no pueden despedirse —Excusa— Estabas dormida y no quería despertarte, así que te ha dado un beso de buenas noches y se ha ido.
— ¿Es así?
Chifuyu asiente y termina de escurrir el cabello de Jade para envolver su cuerpo en su toallita especial de vaquita.
— ¿Y tú?
— ¿Que pasa conmigo?
— ¿Vas a enfadarte toda la vida con papá? —Pregunta con esa expresión de declama regaño.
Chifuyu suspira mientras pasa suavemente el cepillo por el cabello húmedo de Jade.
— No lo estoy cielo.
— Tu siempre me recuerdas que es importante comunicar nuestros sentimientos para que las otras personas sepan lo que nos incómoda o gusta.
Rueda los ojos como un niño pequeño y maldice el momento en que decidió que era un buen consejo.
— No tengo ningún sentimiento para comunicarle a Keisuke.
Ni siquiera es como que vaya a volver a verle algún día, se recordó.
— ¡Claro que si! Te sonrojas cuando lo miras, se ríen mucho cuando están juntos y papá siempre está a tu lado como las parejas de las películas —Nombra rápidamente mientras alza una ceja coqueta.
Chifuyu suelta una risa ante la inocencia de su hija y se permite abandonar un poco la tensión que le generó la conversación. Se le hacía tierno que ella entre sus infantiles pensamientos considerara que el y Keisuke "todavía" se "amaban".
