ʚ♡ꜝֶָ֢ ƚɾҽιɳƚα

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— ¿A dónde fueron tu madre y Jade? —Pregunta Chifuyu confundido, cuando luego de echar un vistazo fugaz a la habitación no encuentra la rubia y alborotada melena de su hija

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— ¿A dónde fueron tu madre y Jade? —Pregunta Chifuyu confundido, cuando luego de echar un vistazo fugaz a la habitación no encuentra la rubia y alborotada melena de su hija.

— Han ido a la plaza. —Le responde Keisuke con voz calmada.— Aproveche y les di algo de dinero  para que compren las mejores bolas y luces de navidad para nuestro árbol.

El ambiente estaba tranquilo. De hecho, puede que excesivamente tranquilo. Afuera el viento soplaba son fuerza y algunos copos de nieve terminaban chocando contra el cristal de la ventana debido al movimiento brusco.

La vida de ciudad era más movida. Los lugareños no conocían lo que era un verdadero descanso. Los trabajos eran a tiempo completo y apenas y sobraba un espacio para pasarlo con tu familia.

Aquellos que tenían negocios familiares podían tener más probabilidades de un descanso digno y aún así para los ciudadanos el tiempo era tan valioso, que perder un segundo era equivalente a una perdida económica importante.

Y no es que Chifuyu fuese un chico realmente activo. De hecho, siempre fue sumamente lento y perezoso. Manejaba la vida a su ritmo, lo debía de admitir. Hasta que un día una bebé cambio abruptamente sus planes y tuvo que empezar a moverse al ritmo que le exigía la responsabilidad de velar por la seguridad de su hija.

Ya no había descanso, solo estrés y estrés que con el tiempo se iba acumulando.

Y ahora que podía disfrutar del invierno, una buena taza de chocolate caliente y pasar tiempo con el que ya había bautizado descaradamente como el amor de su vida; tanta calma le resultaba casi...

Agobiante.

— ¿Por qué pones esa cara? —Pregunta Keisuke en una mueca y Chifuyu se estremece cuando siente la mano cálida del pelinegro acunar su rostro con dulzura.

¿Por qué su cuerpo siempre tenía que responder como el de una colegiala acalorada? Era vergonzoso.

— Es solo que me hubiese gustado ir también. —Admite con un puchero.— Conocer un poco... Ya sabes, el lugar y la gente que te vio crecer... —Titubea. Un calor abrumante lo ataca y aún avergonzado se atreve agregar lo siguiente:— Eso me haría sentir un poco más cerca de ti.

Keisuke sintio a su corazón brincar de forma extraña.

No sabía de dónde con exactitud había venido eso o si su corazón realmente era el responsable, pero más que resultarle una sensación incomoda, hacia que un calor agradable subiera por su pecho y se instalará en sus mejillas.

Le parecía adorable que Chifuyu quisiera saber más de su infancia.

Adorable que le interesará conocer algo tan insignificante como a las personas con las que convivió durante su niñez y el lugar que sin importar que seguiría siendo su hogar.

Simplemente le llenaba el corazón.

En definitiva Chifuyu inconsientemente había vuelto hacer de las suyas.

Padre de Alquiler | BajiFuyuTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang