家賃 ┊❛❛A Chifuyu nunca le ha gustado romper sus promesas, pero cuando hace una que sabe no puede cumplir, hace hasta lo imposible por no dañar la ilusion de su hija de 7 años.
Es por eso que contrata a Baji Keisuke durante 24 horas, para que vaya a...
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Era Halloween.
Chifuyu tenia mas trabajo que nunca y Jade estaba saltando de aqui para alla, emocionada por que el reloj diera las seis para ponerse su disfraz y dar inicio a la noche mas divertida en todo el año.
— ¡Dulce o truco! ¡Dulce o truco! —Grita Jade mientras salta alrededor de Chifuyu con la pequeña Lady en brazos.
— Jade suelta a la gata, vas apestarla —Suplica estresado mientras saca una nueva tanda de cupcakes del horno.
Esa noche la cafeteria tenia el pedido de cupcakes mas grande de todo el año. Aun le faltaban hornear otra tanda de cupcakes, decorarlos y llamar a Takemichi para que viniera por ellos para entregarlos y ya casi daban las cinco de la tarde.
Iba a enloquecer.
— ¿Papá va a venir a pedir dulces con nosotros?
Chifuyu suspira y mira a su hija, analizando que respuesta seria mejor para aquella pregunta. Ya habia trascurrido casi una semana desde su ultimo encuentro con Baji y aquel beso que dejo sus sentimientos mas alocados que nunca.
Ni siquiera puede pensar en el hecho, sin que su corazon brinque alocado dentro de su pecho.
— No lo se cariño —Suspira y pincha su sonrojada naricita, sacándole una bonita risa.
— ¿Podemos llamar y preguntarle?
Chifuyu mira si celular. ¿Debería? Ni aunque quisiera podría pagar otra cita con Keisuke.
— Quizás ahora pueda intentar —Miente y le regala una sonrisa tranquilizadora.
Jade asiente y sale a correr por el pasillo, aún con la gata entre sus brazos. Chifuyu niega y saca los cupcakes del horno, para comenzar a decorarlos con el glaseado previamente preparado.
Para cuando los 150 cupcakes a su cargo fueron terminados y empacados, ya eran las seis con treinta de la noche. El ojiazul suelta un suspiro exhausto y deja las pequeñas cajas de cartón en la mesa para ir en busca de su hija.
— ¿Ya te has puesto tu disfraz? —Pregunta dulcemente.
— Mi tiara se ha enredado en mi cabello —Pucherea y señala la pequeña corona que cuelga de su cabello enmarañado.
Chifuyu suelta una corta risa y toma el cepillo para sentarse en la cama y arreglar el lío que a echo su hija con su cabello. Cuando su pelo a sido recogido sactisfactoriamente en una media coleta y su tiara puesta sin enredos, Jade salto emocionada.
— ¡Ya está!
— Ya está —Afirma— Falta el sapo —Bromea y arregla el escote del vestido verde de Tiana.
— ¡También está! —Dice y alza a Lady que tiene un pequeño gorro de sapito entre sus orejitas— El tío Mitsuya lo ha hecho para mí
