ʚ♡ꜝֶָ֢ ʋҽιɳƚιʂҽιʂ

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— ¿Me estas llevando a alguno de esos lugares a mitad de la nada que solo tu conoces? —Pregunta Chifuyu, cuando nota que Keisuke se desvia hacia una ruta a las afueras de la ciudad

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— ¿Me estas llevando a alguno de esos lugares a mitad de la nada que solo tu conoces? —Pregunta Chifuyu, cuando nota que Keisuke se desvia hacia una ruta a las afueras de la ciudad.

— Si te digo deja de ser sorpresa.

Quizas se estaba metiendo en un terreno que no le correspondia y a lo mejor Chifuyu se molestaria mucho cuando descubriera el destino final, sin embargo, luego de esa historia y la melancolia con que la conto, Keisuke sintio que debia de hacer algo al respecto. 

A lo mejor no dimensionaba el dolor tras todos esos recuerdos que Chifuyu guardaba con recelo de su infancia. Puede que tampoco entendiera la gravedad y la humillacion con la que el menor cargaba dia a dia al saber que para su madre el solo era la deshonra familiar. Y tambien puede que eso terminara mal. Pero tambien sabia que era un ciclo que le afectaba y aunque lo ocultaba bastante bien, no dejaba de dolerle el rechazo de su propia madre. 

Era una de esas heridas que no sanan hasta que saques todo el dolor y el veneno que te haz obligado a acumular. 

Cuando gira en la siguiente esquina, ve el rostro de Chifuyu ponerse un poco mas palido de lo que naturalmente es. Sus manos jalan de su sueter con brusquedad buscando taparse las manos y su respiracion se va acelerando conforme el carro avanza y se acerca mas y mas al lugar donde comenzo todo y todo a su vez quedo inconcluso.

— ¿Que hacemos aquí? —Pregunta Chifuyu con cierto recelo cuando siente que el carro se detiene justo en una casa de fachada antigua ubicada casi al término de esa cuadra.

— ¿Reconoces esa casa? —Esta vez pregunta Keisuke. Si trata de disimular sus nervios no le funciona y Chifuyu es capaz de notar como le tiembla la mirada mientras sus ojos están fijos en otra cosa que no sea su cara y su expresión.

Voltea de nuevo hacia la casa y aunque el recuerdo es vago puede imaginarse en el bonito jardín de la parte delantera jugando con sus primos o quizás solo cuidando las gardenias que a su madre tanto le gustaban.

No la recuerda tan vieja. De hecho siempre fue la casa más bonita del vecindario. Sin embargo, con el tiempo se fue quedando en el olvido y ahora las casas modernas que la rodeaban le quitaban su protagonismo.

— El recuerdo es vago. —Admite confundido.

¿Que se debe de sentir? ¿Que se supone que debes de sentir cuando vuelves al lugar que un día fue tu hogar?

¿Realmente alguna vez pudo llamarlo hogar?

Jamás se sintió seguro o amado cuando vivió bajo ese montón de ladrillos que conformaban lo que un día fue su casa. Nunca tuvo una palabra de aliento o una muestra de cariño. El ambiente nunca fue cálido y aún junto a la chimenea todo siempre se sentía tan gélido y monótono.

No tuvo tiempo para ser niño por qué siempre vivía del que diran. No guarda el recuerdo de algún abrazo o un beso de buenas noches. Sus días bajo ese techo no fueron acogedores, más bien se sentían igual que una prisión; dura, fría y sola.

Padre de Alquiler | BajiFuyuOù les histoires vivent. Découvrez maintenant