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—¿De que cantidad hablamos? —Manjiro pregunta en un susurro mientras se acomoda en el piso, tras el mostrador

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—¿De que cantidad hablamos? —Manjiro pregunta en un susurro mientras se acomoda en el piso, tras el mostrador.

Estaban a tan solo días de que comenzarán las vísperas navideñas y ya la gran ciudad se preparaba con entusiasmo para recibir el invierno como cada año. La gente parecía más apurada que de costumbre mientras cargaban grandes bolsas con montones de decoraciones y luces nuevas para sus hogares.

En definitiva, la gente de Tokio esperaba con ansias la llegada de la navidad y junto a el la culminación de otro feliz año en familia.

Además de ser una de las fechas más esperadas por Jade Matsuno, por supuesto.

Definitivamente la navidad era de todas, su festividad preferida. No solo se trataba de ser la fecha donde más amor y compañía se reparte, también eran las bonitas decoraciones que le daban calidez y esperanza a los hogares.

Era la emoción de llenar el árbol de enormes esferas de muchos colores, poder volver a ver a sus primos de Kanazawa, que solo podían viajar a Shibuya durante las festividades y los ricos postres que siempre llenaban las mesas el 24 y el 31.

Y esa navidad sería en escencia mucho más especial que el resto, porque por primera vez en su historia tendría a sus papás juntos.

— Grandes cantidades. —Asegura Jade manteniendo el tono bajo para que nadie más aparte de ellos pueda escuchar.— Así como... ¡Cómo la señora que venia todas las tardes al café oliendo exageradamente a mango!

Manjiro abre los ojos sorprendido mientras deja dos pequeñas tazas de té entre ellos.

El té aún burbujea y Jade realmente lo agradece, pues aún con la calefacción el frío era palpable en el ambiente.

— Es interesante por qué Chifuyu no se pone tanto perfume desde la secundaria cuando un chico durante un partido le guiño el ojo. —Dice pensativo y mira hacia todos lados antes de regresar la mirada a su sobrina y sonreír cómplice.— Apartir de ahora quiero ser informado de todo.

— ¿Seremos mini espías?

— ¿Por qué susurramos? —Pregunta Takemichi en un susurro cuando se acerca de repente al lado de Mikey.

— Es para que no nos escuchen. —Susurra Jade mirando a todos lados con recelo.

— ¿Quien no nos puede escuchar?

— La gente. —Dice con voz espeluznante, para luego soltar una risilla cómplice.— Somos un equipo maravilla duo dinamita ultra secreto haciendo un plan confidencial para que mis papás regresen y se amen mucho. ¿Quieres participar?

— Estoy dentro.

Jade asiente y sonríe emocionada, como si todos los cosmos estuvieran a su favor. Para ella, todo eso era una película de amor hecha realidad, pses desde su llegada al mundo, no es capaz de recordar un día en el que su padre se viera tan animado y preocupado por verse bonito.

Padre de Alquiler | BajiFuyuWhere stories live. Discover now