家賃 ┊❛❛A Chifuyu nunca le ha gustado romper sus promesas, pero cuando hace una que sabe no puede cumplir, hace hasta lo imposible por no dañar la ilusion de su hija de 7 años.
Es por eso que contrata a Baji Keisuke durante 24 horas, para que vaya a...
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Chifuyu mira a su alrededor con curiosidad, observando detenidamente las pequeñas cosas con las que Keisuke adornaba su cuarto.
Descubrió que tiene una pequeña obsesión con coleccionar carritos y están todos en una pequeña vitrina en una esquina, la cual aparte de impecable, tiene rotundamente prohibido tocar. Que le gusta el arte —en especial las obras de Van Gogh. Que su armario era prácticamente otra habitación y que su cama era del tamaño perfecto para que cupieran dos personas sin problema.
— ¿Que te parece? —Cuestiona Keisuke burlón, apoyado en el umbral de la puerta con los brazos cruzados a la altura de su pecho.
Chifuyu salta en su lugar sorprendido por la nueva voz. Se avergüenza un poco de que Keisuke lo haya atrapado observando sus cosas, pero no ha podido evitar que su curiosidad sea más poderosa que su discreción. Le llamaba la atención como todo ahí parecía tener un patrón. Nada fuera de lugar o con un color que resalte más que el resto.
Era monótono y, aunque aburrido, era fascinante como todo parecía tener una función y un por qué de su ubicación.
Muy contrario a su hogar, dónde hay cosas que no cumplen ninguna finalidad y aún así Chifuyu lo ha terminado comprando, por qué combina con su alfombra o simplemente iba a verse mucho mejor en su sala que en el estante del supermercado —a su humilde parecer.
— Bueno, a mí parecer falta color, pero me gusta la pintura de la noche estrellada sobre la cama. —Admite sonrojado, señalando el gran marco que cuelga sobre la cabecera de la cama.
Parecia una obra autentica o al menos una buena replica, bastante detallada, por que incluso estaba autografiada en un costado.
— Tuve la oportunidad de viajar a una galeria de arte en Paris. —Comienza a relatar, mientras mira la pintura que llevaba tantos años en el mismo lugar. Era como su propia exhibicion de arte.— Pague una buena cantidad de euros por ella.
— ¿Te gusta el arte?
— Digamos que es otra de mis tantas pasiones. —Le guiña un ojo jugueton. Chifuyu sonrie.— Algun dia os llevare a conocer Paris.
— Y seguramente Jade escoja la pintura mas costosa del mercado como recuerdo del viaje solo por que es "tierna".
— No importa. Si le gusta pagare los euros que hagan faltan. —Keisuke finalmente se endereza en su lugar y sonrie coqueto. Camina hacia el interior de su propia habitacion, solo para alzar a Chifuyu en el aire, obligandolo a enredar las piernas en su cintura.— Y la pondremos en la sala de nuestra casa junto a sus dibujos. Como un padre orgulloso que presume los garabatos tiernos de su hija.
— ¿"Nuestra casa"? —Susurra timido.
Su corazon late de forma sofocante, pero no precisamente de forma mala, al contrario, parecia conmovido y emocionado por las palabras de Keisuke.
