ʚ♡ꜝֶָ֢ ƚɾҽιɳƚα ყ ԃσʂ

265 33 20
                                    

— ¡Guau! ¡Pero miren cuántos regalos!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— ¡Guau! ¡Pero miren cuántos regalos!

Finalmente había llegado navidad; el segundo día más esperado —y favorito— por Jade, luego de su cumpleaños. Ya podía sentir el aroma a galletas de gengibre recién hechas inundando la cocina y la emoción salpicar cada uno de sus poros al ver la cantidad de regalos con su nombre que hay debajo del árbol.

Aún era un poco mala con las matemáticas, pero podía segura que habían más —muchos más— de los que podía meter a la fuerza en su maleta.

— ¿Por qué Santa solo me trajo dos regalos y por qué uno de ellos mide cinco centímetros y el otro es un sobre? —Se queja Kazutora cuando entre el montón de cajas y bolsas de regalo con el nombre de Jade puede encontrar un único par con su nombre.— Ni siquiera se tomó la molestia de escribir mi nombre en cursiva y con lapicero de brillantina con los de la mocosa. Veo favoritismos.

— O quizás una niña de siete años se comporta mejor que tú. —Murmura Keisuke burlón cuando paso por el lado de Kazutora con una burbujeante taza de chocolate entre sus manos.

Jade sonríe divertida y Kazutora bufa ofendido, entrecerrando los ojos acusador por las palabras maliciosas de Keisuke.

Esk era ridículo. Si comportamiento era más que impecable.

Quizás con algunos cargos legales por menores a su nombre y un par de multas, pero nada más.

Merecía algo mejor que tan solo un sobre con su nombres escrito por un niño de tres años. Seguramente hasta un niño a esa edad tiene mejor caligrafía.

— Deberías de agradecer que a tu edad aún hay algo para ti debajo del árbol.

— No te preocupes tío Tora. —Le tranquiliza la delicada voz de Jade.— Yo te puedo dar uno de mis regalos.

— ¿De verdad harías eso por mi? —Pregunta en un susurro conmovido. Jade asiente más que segura. Tenía muchos y seguramente Santa estaría muy feliz de que ella hiciera feliz a su tío.

Kazutora suelta un chillido demasiado afeminado de la emoción y atrae a la pequeña en un abrazo pegajoso.

Oficialmente era su sobrina favorita —el no tiene más sobrinas.

— Me niego a creer que participaste en esto. Solo mirense. Tu eres un monstruo incapaz de crear angelitos como este.

— No soy un monstruo. —Susurra Keisuke levemente ofendido.— Lo mío contigo es personal, es distinto.

Auch.— Ya no hay amigos, solo archienemigos.

Un aroma a chocolate interrumpe el mini drama que estaba por protagonizar el de mechas. Era embriagante y casi acogedor, como el abrazo de mamá o un beso cálido de buenas noches.

Kazutora olisquea al aire y finalmente llega a la conclusión de que es el aroma más rico que a sentido jamás. Su estómago ruge de acuerdo.

— ¿De dónde viene ese olor? Me ha dado hambre.

Padre de Alquiler | BajiFuyuWhere stories live. Discover now