Capitulo 1

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–Matthy, ya volví, te traje fresas – se oyó a unos cuantos centímetros de la puerta, era John, había vuelto.

El rubio alarmado corrió a su habitación a esconderse, él no podía ver lo que había estado haciendo, lo regañaría, y a Matthias no le gustaba cuando John lo regañaba.

–¿Dónde te has metido ahora? – dijo para si mismo, el hecho de no encontrarlo jugando en la sala solo significaba que algo malo había hecho y se estaba escondiendo, siempre hacia lo mismo. – Sal Matthias, no voy a regañarte.

–¿Lo prometes? – una voz aguda se escuchó dentro del armario.

–Aja – el mayor abrió las puertas de este para encontrarse al niño todo apretujado enterrando su cabeza entre sus piernas abrazando fuertemente las mismas. Alzo la vista lento y con vos suave preguntó – ¿Estas enojado?

No era justo, él sabía que usar esa voz calmaba todo enojo y molestia que John pudiera tener, el lo sabia por eso no dudaba en usarlo.

Niño manipulador

–No, no lo estoy, quisiera estarlo, pero no puedo, ya te encargaste de matar todo enojo – suspiró, resignado, este niño no tenía remedio – ven aquí

Extendió sus brazos, haciendo un ademan con sus manos para que se acerque, el menor no dudo en pararse y colgarse de él.

Un manipulador muy lindo.

–¿Qué es lo que hiciste ahora? – pregunto meciéndolo como si de hacer dormir a un bebe se tratase.

–Matthias trato de alcanzar tus pinturas, pero las dejo caer, lo siento – lo ultimo sonó como un pequeño sollozo sin duda dando en el punto más débil de John.

–¿Y cómo es que no lo vi?

–Lo tape con la manta de mis juguetes

–Tu... sin duda eres astuto o yo soy muy estúpido – lo dicho hizo reír al rubio, iluminando sus ojitos, ese brillo cautivaba a John, le hacía recordar a Mateo, lo extrañaba, a pesar de tenerlo en frente, Matthias no era Mateo, pero lo amaba de la misma forma.

Movió su cabeza de un lado a otro para alejar en melancólico pensamiento, Mateo ya no estaba más y no sabía si regresaría, por el momento debía disfrutar el tiempo que le quedaba con Matthias, tiempo que estaba a punto de agotarse, pues ya había tomado una decisión, al finalizar el año John tendría que dejarlo ir, ya no podía seguir siendo egoísta. Lo había sido por casi un año, pero ya no más, esto se debía acabar pronto.

Con Matthias aun en brazos, fue hasta la cama que compartían ambos, lo dejo caer y empezó a hacerle cosquillas, el rubio odiaba las cosquillas, no podía soportar la risa que le provocaba, era un castigo justo después de su mal comportamiento.

–Para, para ya no más – su risa hacia eco en todo el lugar, era un sonido mas que satisfactorio. Uno de sus sonidos favoritos.

–¿Vas a volver a agarrar mis cosas sin permiso? – dijo John juguetonamente aun con las manos en las costillas del chico.

–No, no... lo prometo

–Bien

Paro y se quedó observándolo detenidamente, su hermosa piel perlada contrastaba con sus recientes mejillas sonrojadas, su cabello rubio algo desordenado, jadeaba por haber reído tanto.

Volteo al instante para alejar cualquier pensamiento impuro, era un hecho que hacer esas cosas tan temprano en la mañana no era lo correcto.

La hora del desayuno era siempre a las 9 o de 10 de la mañana, ya que John tenia que salir a trabajar temprano a la panadería de Doña Lucia, menos mal las ventas eran buenas y se terminaba todo en un instante, lo que le permitía a John venir a tomar el desayuno con Matthias, con lo ganado traía pan, huevos y frutas, las frutas eran infaltables al rubio le encantaban, pero sus favoritas eran las fresas, por eso John se esforzaba por conseguirlas a menudo.

El daría todo por verlo sonreír siempre, como ahora.

–Perdón por demorar hoy, seguro estabas aburrido por eso trataste de agarrar las pinturas. – al chico parecía no importarle lo que el mayor decía, pues estaba concentrado en las fresas, las dulces y deliciosas fresas, eran una adicción.

Estaba esperando impaciente con la boca abierta a que John lo alimentara y así lo hizo, verlo comer con deleite, sin duda, era un placer para John.

–¿Te gusta? – asintió contento tomando otra de las rojas frutillas.

–wuebla – lo que dijo era inentendible debido a la fruta en sus labios, pero el mensaje era claro, quería que John se acercara a probar, por eso saco media fresa de su boca, para que el mayor la tomara.

–No bebé, come tú, yo cogeré otra para mí – Matthias entristeció inmediatamente y volvió a balbucear, le preguntaba si aún seguía molesto por lo ocurrido. – no, no estoy enojado en... – fue interrumpido por un gritito del menor.

–Entonches come – dijo con el ceño fruncido.

Si no lo hacía era probable que empezara a hacer un berrinche y se encierre en el cuarto todo el día o que se pusiera triste por pensar que aún seguía enojado y no comiera nada, lo conocía era testarudo y obstinado, incluso más que Mateo – al menos lo era con él – es lo único que se quedó del chico, pero era su culpa, él lo había acostumbrado a eso, no sabia decir que no y no le daba el corazón para castigarlo, tampoco podía hacerlo, John no era su papá.

Suspiro pesadamente y se acerco al rostro del pequeño, este levanto su cabeza para dar más acceso, cuidadosamente John agarro con sus dientes parte de la fresa que sobresalía de la boca del chico dispuesto a morder y alejarse de una vez por todas, tenerlo tan cerca era una tentación devastadora. Pero entonces Matthias coloco su mano en la nuca del mayor acercándolo más, impidiendo a toda costa que se alejara sin que sus labios se hayan tocado al menos un momento. Después de partir la fresa a la mitad, empezó a chupar los labios del otro solicitando poder acceder a toda su boca. John lo aparto de golpe.

–No Matthias, eso no – dijo jadeando, viendo como el menor lo miraba con ojos de cachorro necesitado.

–John ya no abraza a Matthias, Matthias... quiere que John lo abrace – se levanto para sentarse a horcadas sobre su regazo – hazlo – quería desesperadamente que John le diera atención y no precisamente un abrazo, sino algo más. – ¿Tu ya no quieres a Matthias? – su vocecita le calaba el corazón.

–No, no es e – callándolo con un beso, Matthias movía sus labios desenfrenadamente, con desesperación y deseo, hace mucho que no disfrutaba de esto.

Quería ser tocado, quería que John lo ame. 

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Comenzamos algo calientes :v xd 

Oculto bajo un suspiroWhere stories live. Discover now