Capitulo 6

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John se removía y jadeaba sobre su cama mientras que en sueños – esos malditos sueños provocados por el subconsciente que solo aparecen para revivir los más indeseados recuerdos – se encontraba en un acantilado ese que se encontraba al lado del puerto de la ciudad en la que solía vivir antes, delante de él una persona arrodillada dándole la espalda, cubierta con una capa negra desgastada, sollozaba muy bajo. El moreno comenzó a acercarse, pero a medidas que avanzaban sus pies los sonidos que emitía el extraño ser aumentaban, se volvían más primitivos, más guturales, un sonido horrible y sobre natural. Cuando John toco por fin su hombro este se volteó inmediatamente tomándolo por el cuello levantándolo con una fuerza monstruosa y desde esa altura pudo divisar un cuerpo que yacía a unos cuantos centímetros más adelante, al ver la cara de terror y de asco que puso, una risa desquiciada lleno el lugar para luego mostrar su rostro oculto bajo la sombra de la capucha. Lo que vio el moreno era espeluznante, eso no era humano, era un demonio. La figura que tenía ante sí, no llevaba rostro, ni ojos ni nariz solo una enorme boca con dientes filosos y largos mostrados en una desarticulada sonrisa.

Se levantó una vez más en medio de la noche, empapado en sudor con la respiración al límite, la noche de aquel atroz acontecimiento lo atormentaba casi siempre, pero esta vez era mucho más seguido. Lo que le hacía cuestionarse la decisión que tomó esa noche. Además, la reciente conversación con Doña lucia no ayudaba para nada.






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– ¿Qué es lo que te tiene tan distraído muchacho? – dijo la señora de piel morena con cabellera dorada que empezaba a blanquearse por la de edad, el final de sus ojos dejaba ver un rastro de experiencia vividas. John volvió a la realidad, había estado sumido en sus pensamientos.

– ¿Usted dejaría a quien ama para protegerlo? – soltó de repente, tomando por sorpresa a la mujer.

– Eso... fue inesperado – carraspeo para proseguir – Existen muchas maneras de amar hijo, y si sientes que esa persona no esta segura a tu lado, dejarla ir seria un gran acto de amor. Aunque pocas personas hacen eso, prefieren ser egoístas y vivir con la persona que dicen amar a costas de su felicidad.

El remordimiento invadió a John. Él había estado haciendo eso el último año, solo podía pensar en tener al pequeño a su lado, no se atrevía a dejarlo, no podía vivir sin él. Su egoísmo pudo mas con el deseo de protegerlo, ya no podía seguir siendo tan despiadado, por mucho que le doliera, tenía que pensar primero en el rubio.






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Fue hacia la cocina para tomar un vaso de agua y ver si podía conciliar el sueño otra vez, aunque lo dudaba.

Matthias se acurrucó para mayor comodidad y con uno de sus brazos intento llegar atrás para hacer que John lo abrace por la cintura, pero el lugar estaba vacío, se levanto y confirmo que no había nadie, John había desaparecido, frotándose los ojos miro hacia la puerta, la misma que el moreno había dejado entreabierta minutos atrás, escucho unos pasos acercarse y volvió a acostarse rápidamente fingiendo aun estar dormido.

Oculto bajo un suspiroМесто, где живут истории. Откройте их для себя