Capitulo 22

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Mateo se escabullía de la enorme mansión de su abuelo por las noches, era el único momento en el que sentía que podía respirar tranquilamente; En todo el día se la pasaban presentándole una infinidad de mujeres esperando a que escogiera una con la que comprometerse. Lo que nadie sabia es que el chico ya estaba mas que comprometido y no con una de las bellas mujeres que invadían su habitación y su privacidad día tras día, sino con un gentil chico que había conocido hace un par de meses atrás.

Uno que estaba llenando cada espacio vacío de su corazón y que poco a poco iba sellando cada herida del mismo.

Recuerda la noche en que se conocieron como si hubiera sido ayer.




John estaba al final del puerto sentado en uno de los barandales que daban hacia el abismo con sus piernas colgando, admiraba la bella vista que el ultimo rayo de sol le ofrecía. La brisa que le otorgaba la bella e iluminada noche era más que perfecta. Ese era su lugar seguro, nadie llegaba a esa parte del puerto por lo que era estupendo, hasta que un día alguien llego a derrumbar sus pacíficos momentos.

A solo unos metros un chico de cabellera rubia había llegado a toda prisa, golpeaba el duro acero tratando de desahogar su ira y posible frustración.

<< ¿Qué le pasa? >> cuestiono John al ver tan escandaloso acto.

Lo hubiera dejado pasar de no ser por que el chico se subió al barandal luego de secar sus ahora notorias lágrimas. Dispuesto a lanzarse del precipicio.

Asustado John se acerco de a pocos, sus pies fueron mas rápidos, lo cual era algo que le sorprendía de si mismo, pues en situaciones como esta solía quedarse petrificado esperando lo peor o dejando solamente que pase.

Cuando llego a su lado, pensó muy bien en que decir, todo lo que se le ocurría era completamente absurdo o fuera de lugar, tenia que calcular muy bien sus palabras pues de eso dependía si el chico decidía la vida o la muerte.

–¿Harás un clavado? – que pendejada.

<<Pobre chico, Dios debió mandarle alguien más inteligente

–¿Q-que? – respondió el chico confuso después del brinquito de miedo que dio por verlo a su lado.

–No, te entiendo, yo también lo haría, el agua se ve realmente fresca desde aquí

<<Ya que se tire y de paso tu también

–¿Te estas burlando de mí? – dijo a la defensiva, su voz era algo rasposa y John dedujo que era por haber estado llorando tanto.

–No, no, nada de eso... – el nerviosismo se apodero de él y ya no sabía que más decir – es solo que... ¿y si vamos por un café?

<< Que gran idea, a mí también me gusta tomar café ¡DESPUÉS DE UN EPISODIO DE SUICIDIO! 

El rubio frunció el ceño y contempló la tímida y extraña sonrisa que el moreno le ofrecía, miro hacia el vacío que el abismo le otorgaba y volvió su vista a la imagen inicial y por alguna extraña razón ya no quiso lanzarse.

El moreno le extendió su mano y entre dudando y no, el rubio la tomo bajando de su torre de muerte.









Después de varias salidas a escondidas, mensajes y llamadas sus sentimientos iban incrementando el uno por el otro, hasta que se concretó.

Oculto bajo un suspiroWhere stories live. Discover now