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Llévatelo, grítale, muérete... bah, tal vez todo es lo mismo


MACK

—¿Llévatelo? —le pregunté de nuevo a número cinco—. ¿Es eso lo que quieres decir? Pero, ¿llevarme qué?

Pero no pudo confirmarme nada, porque tras eso sus ojos se pusieron en blanco, el desmayo finalmente llegó y su cuerpo cayó al suelo, fuera de consciencia.

—Pero, ¡¿cómo se levantó si estaba en terapia intensiva y a resguardo?! —soltó Teodorus mientras se apresuraba a comprobar su pulso—. Le rescatamos junto a Vyd, Ax y la chica número dos, pero ya les había dado indicaciones a las enfermeras de que este individuo no está nada bien, que necesita reposo porque está en un severo estado de deshidratación. ¿Cómo le dejaron salir así?

Al mismo tiempo, Gesher corrió hacia la puerta para pedir que los soldados vinieran a trasladarle de nuevo a su a terapia intensiva.

Aunque, en serio, ¿cómo no habían notado su salida?

Pero extrañamente, nadie acudió rápido. Solo después de que Gesher, harto de esperar, hablara por la radio pidiendo los benditos refuerzos, unos tres soldados llegaron apurados.

—¿En dónde están los guardias que dejé fuera de esta puerta? —se quejó Gesher, algo molesto, refiriéndose a mi habitación—. ¿Y cómo dejaron que un individuo se saliera de la terapia intensiva?

Uno de los soldados se enderezó mientras que los otros dos cargaban el cuerpo inconsciente de número cinco.

Su cara era joven, y también la de alguien que llevaba rato nervioso.

—Los soldados se están yendo —le reveló él a Gesher—. Al enterarse de que los... —Sus ojos me miraron con cautela por un momento, pero luego volvieron a su superior y dijo de forma neutral—: al enterarse de que los individuos especiales volvieron, se negaron a quedarse. De seguro ese individuo se salió porque no hay casi nadie vigilando en ninguna parte.

—Pero están bajo mi mando ahora. —Gesher sonó tan desconcertado como enfadado—. Y para irse primero hay que pasar por un proceso de renuncia.

—Como usted está del lado de los individuos, se negaron a prestar lealtad —dijo el soldado, como si temiera que la ira se volcara contra él—. Con la directora Madelein muerta, creen que lo mejor es salir de aquí. De hecho... todos dicen que seguramente ellos la mataron. Incluso el personal administrativo y científico está renunciando para irse hoy mismo. En serio, no hay... casi nadie en la mayoría de los puestos.

La expresión de Gesher, enojado y confundido al mismo tiempo, pudo haber asustado a cualquiera. Incluso pensé que diría algo, que estallaría.

Pero tras un momento solo salió rápido de la habitación, igual a alguien dispuesto a ir a resolver aquel error.

Los soldados finalmente se llevaron a número cinco, y en la habitación solo quedamos Teodorus, Nolan y yo.

—Oh mierda, sabía que esto iba a pasar... —suspiró Nolan, perturbado.

—¿Qué? —pregunté, algo perdida. Es decir, ¿hola? yo había estado metida en una celda. Era obvio que me había perdido algunas cosas.

—Desde que murieron esos soldados en el caos causado por Ax todos nos odian, en especial a Vyd y a él —me explicó Nolan—. Tiene sentido que se vayan, deben creer que están en peligro. Pero es malo, porque entonces la organización quedaría vulnerable sin soldados...

S T R A N G E © [Parte 1 y Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora