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¡Sorpresa, esto te estaba esperando desde hace mucho tiempo!


MACK

—La droga que le inyectamos tuvo un efecto inusual en la niña —me confesó ese Jael deteriorado del presente.

Aunque tuvo que detenerse un momento en su relato para tomar aire y descansar sus pulmones, ya que parecía que cada palabra era su último aliento.

A mí toda la historia me tenía emocionalmente conmocionada. En especial por las partes del pasado de mi padre que apenas estaba descubriendo.

Es decir, el padre de mi ex novio había sido muy amigo de mi propio padre, y yo ni siquiera lo había sospechado. Nunca.

—¿Fue un mal efecto? —pregunté tras tragar saliva.

—Tal vez la lastimó —admitió Jael en un suspiro—, pero no puedo negar que gracias a eso obtuvimos la gran pista para llegar a la verdad.

—Pero, ¿usted nunca le mencionó a mi padre que aquello no era un sedante común? —Me sentí confundida durante un momento.

—Yo no se lo dije, pero luego él se dio cuenta, porque la niña estuvo en silencio mientras le hacíamos preguntas desde el otro lado de su celda, hasta que de repente empezó a convulsionar.

Pestañeé, sorprendida.

La mirada envejecida de Jael se perdió de nuevo en esa melancolía de recuerdos, tan lejanos pero tan significativos, mientras siguió relatando:

—Al verla retorcerse en el suelo, todo fue un caos. Godric preguntaba qué estaba pasando y, pegado al cristal de la celda, le pedía a ella que reaccionara. Yo estaba paralizado, frío. No sabía qué hacer, nada más escuchaba que tu padre decía que había que entrar para ayudarla. Le dije que era peligroso, pero de todas formas él corrió hacia el panel para desactivar las cerraduras... Solo que antes de que se abriera la puerta, ella se arqueó en el suelo con los brazos y los dedos rígidos, los ojos muy abiertos y fijos en el techo, y ahí fue cuando pasó.

»Hubo un destello blanco e intenso en toda la habitación. Nos cegó a ambos por unos segundos. Y solo cuando empezó a aclararse, vimos que el aspecto del laboratorio había cambiado. Eso fue... Bueno, la mejor manera en la que puedo describirlo justo ahora es esta: sobre nuestra realidad se generó una especie de desbordamiento de lo que había en la mente de la niña.

»Fue... inexplicable, único, también un poco extrasensorial y sí, posiblemente fuera de las leyes de la ciencia. Nunca sabré bien como explicarlo, pero cosas que la niña había mantenido dentro de su cabeza se mostraron a nuestro alrededor como si ella fuera un proyector que lo estaba transmitiendo.

»Lo que más se mantuvo visible fue el escenario de un recuerdo del pasado, tan vívido pero tan confuso... Godric y yo vimos a la criatura que había engendrado a los individuos. Lo vimos exactamente como era, vivo, en la cueva. Pero mejor todavía, oímos sus pensamientos que sonaban como una voz entrecortada y llena de eco. Eran palabras en otro idioma, en otra frecuencia, inentendibles para nuestros oídos, no lo sé, pero que de algún modo supimos qué significaban: «este es el sacrificio»".

»Luego, como si las imágenes y la voz ya no fueran capaces de mantenerse en esta realidad, parpadearon y se desvanecieron. La niña dejó de convulsionar, su cuerpo se relajó en el suelo, inconsciente, y todo volvió a la normalidad.

Jael volvió a detenerse para reunir aire, solo que esa vez entre un fuerte ataque de tos seca que lo atacó.

Mientras, tuve que pasarme la mano por el brazo ya que se me había erizado la piel al tratar de imaginar todo lo que estaba relatando.

S T R A N G E © [Parte 1 y Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora