Amor en la Mafia

17

Yan Yunge se encontró con los ojos de Lu An'an y se arrepintió de sentirse un poco incómodo. Siempre se había considerado una mala persona. Al estar a cargo de la mafia durante tantos años, se había visto envuelto en muchas cosas inmorales. Era la primera vez que vio ojos tan puros e inocentes, y eso lo puso un poco nervioso.

Después de firmar con su nombre, Lu A'nan cerró la carpeta en su mano y dijo con una sonrisa amable: "Gracias, Sr. Yan".

Le entregó el documento a Yan Yunge. Lu An'an tenía una leve sonrisa en su rostro. En este momento, Yan Yunge se dio cuenta de que la mujer frente a él era en realidad más joven que él y que todavía tenía un tinte infantil.

El contrato fue liquidado. Yan Yunge logró el hecho de que la mujer más joven frente a él era su esposa. Tenía aún más confianza en darle órdenes que antes. "Cariño, tengo hambre. Quiero comer. ¡Rápidamente!"

Lu An'an no tuvo más remedio que cumplir con su deber como esposa y hacer que los sirvientes trajeran gachas de avena. Yan Yunge no pudo comer alimentos demasiado sabrosos en este momento. Yan Yunge miró la papila simple frente a él y su rostro se inclinó. Miró a Lu An'an, que estaba serio, y un pensamiento apareció en su mente. "Cariño, mis brazos son demasiado débiles. ¡Necesitaré que me alimente!"

Lu An'an miró la carpeta a su lado. Justo antes, Yan Yunge pudo pasarle la carpeta, ¿pero ahora le estaba diciendo que no tenía la fuerza para sostener una cuchara?

"Acabo de despertarme. Esto es solo temporal. En este momento todavía necesito que me cuides", Yan Yunge vio la confusión de Lu An'an y explicó con seriedad. Lu An'an no tuvo más remedio que tomar el dolor de avena y dárselo de comer a Yan Yunge. Era la primera vez que Lu An'an cuidaba a un adulto así. Fue un poco extraño.

No esperaba que fuera tan fastidioso mientras lo alimentaba. La comisura de su boca estaba ligeramente manchada con restos de papilla, pero rápidamente le ordenó que se la limpiara, diciendo que estaba pegajosa y muy incómoda. Justo cuando Lu An'an estaba a punto de limpiarlo con un pañuelo, las yemas de sus dedos tocaron accidentalmente sus labios suaves y cálidos. Retiró su mano de inmediato y miró a Yan Yunge con sorpresa.

"Tú...!" Lu An'an estaba atónita. La expresión de Yan Yunge permaneció igual. Incluso miró a Lu Anan inocentemente.

"Cariño, ¿quieres besarme? Sólo dime. No tienes que hacer algo así para seducirme. Yan Yunge se burló de ella con una sonrisa. Lu Anan se quedó sin palabras de nuevo. ¿Cómo se veía como si quisiera besarlo? Ella solo tocó sus labios por accidente, pero él la malinterpretó.

¡Este hombre! ¡No tenía sentido de la vergüenza en absoluto!

"¡Si todavía quieres comer, entonces no digas esas cosas!" Lu An'an se sorprendió por las burlas de Yan Yunge. Los párpados de Yan Yunge se cayeron ligeramente y parecía como si hubiera sido agraviado.

Yan Yinlan no estuvo mucho tiempo en casa de la niñera antes de que insistiera en ir a ver a sus padres. La niñera no tuvo más remedio que traer a Yan Yinlan. Tenía un puñado de barras picantes en la mano mientras observaba a Lu An'an alimentar a Yan Yunge con papilla. Estaba disfrutando de las barras picantes adormecedoras en su mano con una cara feliz.

Mientras comía, dijo: "¡Mami es tan virtuosa! Papá tiene suerte de poder casarse con una mujer virtuosa y hermosa como mamá". Lu An'an no supo cómo responder cuando escuchó eso. Se preguntó dónde había aprendido Yan Yinlan ese vocabulario.

Una característica bien conocida de las barras picantes era que olían especialmente fragantes. Mirando a Yan Yinlan comiendo con entusiasmo, Yan Yunge sintió que las gachas que su esposa le estaba dando ya no tenían fragancia.