Capítulo 14

20.9K 2.1K 1.5K
                                    

Abordo el ferry con destino a Douglas, el día D por fin llego y no puedo evitar que un sentimiento de dolor y amargura me embargue al pensar en lo que he tenido que hacer: Entregar la empresa de Romina sin cuestionar, traicionar a personas en las ...

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.

Abordo el ferry con destino a Douglas, el día D por fin llego y no puedo evitar que un sentimiento de dolor y amargura me embargue al pensar en lo que he tenido que hacer: Entregar la empresa de Romina sin cuestionar, traicionar a personas en las que confié y que confiaron en mí.

Pero ya no tengo fuerzas, siento como si una gigantesca ola me azotara implacablemente, una y otra vez, derribándome sin misericordia. Cada impacto me arrebata el equilibrio y me lanza al suelo con una fuerza abrumadora. Mi lucha por reincorporarme se convierte en un desesperado intento de resistir, pero antes de que pueda siquiera enderezarme, otra ola aún más poderosa se cierne sobre mí, como un gigante furioso empeñado en sumergirme en la oscuridad.

Quiero escapar, desvanecerme en la oscuridad junto a mi hija, ser solo nosotras dos, en un mundo donde no tengamos que mirar atrás. Terminar con Thomas fue lo mejor que pude hacer, por mi hija por la que soy capaz de todo, inclusive renunciar a mi felicidad, para mí Thomas era como un salvavidas, creía que iba a poder volverlo a amar, sanar junto al él pero nuca pude hacerlo.

Sigo mirando las olas del mar pero no logro concentrarme, mi mente está a punto de estallar con las advertencias de Thomas. Sin embargo, sigo rechazando la idea de que Alexander sea el hombre que Thomas dice que es.

A pesar de que lo afirmé con vehemencia, una duda persiste en mi interior. ¿Cómo pudo Alexander hacer eso? ¿Cómo pudo ser capaz de quitarle a alguien su trabajo, su vida? Thomas dedicó años de su vida al ejército, arriesgando todo, protegiendo a quienes amaba. Y en un instante, todo le fue arrebatado. Por eso me aferro a la negación, a la creencia de que el hombre al que amo no puede ser tan cruel.

La vida parece desafiarme una y otra vez, sin piedad. Me pregunto si la injusticia es un capricho del destino o si realmente hay un propósito detrás de todo esto. Mi agotamiento se acerca a un punto de ruptura. Si no fuera por Narel, habría dejado todo atrás hace tiempo. Ella es mi ancla, mi razón para seguir adelante. Aunque haya momentos en los que su condición me lastima, como aquella vez, hace dos noches.

No puedo creer que me haya roto así frente a ella, mostrando mis debilidades. Pero era la verdad, me siento sola y agotada. «¿Cuánto más debo llorar? ¿Cuánto más debo sufrir para que estén contentos? ¿Para poder ser feliz?» La vida parece empeñarse en arrojarme al suelo una y otra vez, y siento que no puedo más. Mi resistencia se desvanece y el cansancio se apodera de mí. Aunque anhelo escapar, sé que no puedo rendirme. Mi hija necesita a alguien que luche por ella, y por eso sigo adelante, enfrentando los desafíos y las incertidumbres que la vida me lanza.

Bajo del ferri, dirigiéndome a la pastelería favorita de Narel.

—Buenas tardes señora Elena ¿Lo de siempre? —pregunta Susan al verme entrar.

—No, esta vez quiero un pastel de chocolate, podrías escribirle "Lo siento" en cursiva ¿Por favor? —le pregunto y asiente. —¡Ah! Y envuélvelo en una caja oscura por favor.

AnheloUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum