Capítulo 45 parte I

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Manas, ya ven como si cumplo, se llegó a la meta, sé que dije que ya no dividiría los capítulos, pero ustedes son las culpables, me dejan los últimos párrafos en un desierto total, y así no puedo divertirme con sus comentarios, ja, ja, ja, ni modo están castigadas.

Pd: Para las que me preguntan de la meta, siempre será la misma, 850 votos y 2 mil comentarios, y para las que quieren el Telegram, pueden buscarme así como NAE_JAZ, o ir a mí insta, nae_jaz_97 y ahí está el link. 

Disfruten sin más el capitulo.

Disfruten sin más el capitulo

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—¡Levántense!

«Otro maldito día, sin ella.»

El dolor que persiste en mi pecho aparece apenas abro los ojos; es un maldito dolor que me mantiene en una agonía profunda, la cual me sumerge en la oscuridad más absoluta. Durante meses, fui un espectro sin rumbo, perdido en la nada. No había conciencia, no había lucidez, solo un abismo de desesperación que consumía mi ser. El tiempo se desvaneció ante mí, borrando los días, las semanas, los meses, hasta que apenas podía recordar quién era o qué significaba existir. Pero llegó el día en el que abrí los ojos y me encontré encerrado en esta maldita celda. La realidad se estrelló contra mí como una ola implacable, recordándome la tragedia que había consumido mi ser.

Perder a Alena fue mi ruina; verla tendida en un charco de sangre desgarró mi alma en pedazos. Cada día, en cada momento, su ausencia me pesa como una maldita losa sobre el pecho, recordándome el vacío que dejó en mi vida. Su recuerdo me atormenta, sus últimas palabras resonando en mi mente como un eco eterno de dolor y arrepentimiento.

Y ahora lo único que me mantiene cuerdo y en la realidad es ella: Narel, quien hace unas semanas cumplió cinco años. Su cumpleaños fue lo que me trajo a la realidad, lo que me devolvió la lucidez, el recordar que con solo cinco años la dejé sola, cuando prometí no abandonarla nunca. La dejé y eso me está carcomiendo las entrañas, y es por eso que apenas recuperé los sentidos, traté de salir de esta maldita mierda, pero es imposible, no hay salida. He buscado por todos los malditos lados, y nada. Aquí solo se puede salir una vez, y es con los pies por delante.

Deslizo la cortina como puedo, ya que estoy atado de manos y tobillos.

«Esto es una mierda, pero se lo merecía.»

Pienso al recordar cómo le rompí el cuello al guardia que por accidente tocó mi anillo. Aquí no hay reglas, no hay puertas que te contengan, ni guardias que te sometan y estén jodiendo. Todos aquí pueden hacer lo que se les plazca, excepto tocar a los guardias que vienen cada semana a surtir esta maldita pocilga de alimentos.

Si los tocas, tu castigo es ser atado como un animal. No puedes comer, ya que los presos se preparan sus propios alimentos, y aquí la regla implícita de "sobrevive, el más fuerte" está arraigada a todos esos hijos de puta.

Y nadie mostraría compasión hacia otro, porque eso significaría mostrar debilidad, y aquí la debilidad es sinónimo de muerte. Esta mierda no solo humilla tu orgullo, sino que lo hacen para evitar ser ellos quienes se deshagan de ti por matar a uno de los suyos, al estar así hay más probabilidad de que te maten.

AnheloDove le storie prendono vita. Scoprilo ora