"Anhelo", la culminación emocionante de esta cautivadora historia, guarda para desatar una tormenta de emociones que solo se intensifica después de haber recorrido las páginas de "Prohibido".
Los caminos de Alena Russell y Alexander Hoffmann se cruz...
No puedo creer que se llego a la meta tan rapido asi que aqui tiene su capitulos.
Para las distraidas, en la parte de arriba deje para quien es dedidcado este capitulo, si tu tambien quieres una dedicatoria de este tipo, no se te olivide tus comentarios, que escogere a la personita que mas me haga reir, acerte en un teoria o vea que esta disfrutando del capitulo.
No se olviden de su voto, las quiero. 🌟🌟🌟
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—¿Qué mierda haces? —le pregunto a Jack cuando entra sin tocar a mi oficina.
—¿Qué crees? —responde arrogándome una maldita caja de madera, la atrapo y saco el arma estampándola contra el escritorio, mirándolo furioso, es el único a quien le permito esta cosas y solo porque el perro es el único que no sé anda con pendejadas a la hora de darme lo que necesito. —Son cubanos. —me dice mientras saco un puro.
Se acerca al bar a servir dos copas de coñac.
—Alexander Hoffmann, alias la bestia, es padre, esto no sé como diablos debería tomarlo o el universo está demasiado aburrido para darte una cría, o es un indicio de que el fin del mundo se acerca, cualquiera de las dos cosas, felicidades, supongo. —suelta con arrogancia entregándome la bebida.
—Es niña. —le aclaro encendiendo el puro.
—No iba a regalarle chocolates a los hombres. —suelta y me le burlo, ya que no, definitivamente los chocolates no quedan con mi hija. —Son una bola de inútiles, tu hija los tiene idiotizados. —suelta después de escuchar los murmullos afuera, han estado así desde que se enteraron de Narel.
—¿Y a ti no? —cuestiono bebiendo el trago.
—Más bien me tiene precavido, desde que la vi, me di cuenta del sadismo en su mirada, de lo que esa niña será capaz de hacer, tu estirpe sin lugar a dudas.
—Y el de su madre, y no te equivocas no será, ya estás viendo lo que es capaz de hacer. —le digo y asiente, el sistema que va a crear hará temblar a naciones enteras.
—¿Por cierto donde está el fénix? —me pregunta y solo me burlo, ya que si bien no la deje paralítica si la deje sin poderse levantar de la cama.
—No te interesa.
—Bien, a lo que vine, ya se les aviso a los hombres de la organización que vas a visitarlos, ninguno sabe para qué pero todos tienen la advertencia que deben recibirte con lo mejor, de aquí ira el equipo y 50 de tus hombres más capacitados, esa guardia solo será para la princesa y Alena, desconozco si vayan a viajar tus padres, si es el caso se agregarían 20 hombres más.
—Irán, al menos Jared debe viajar. —respondo, no quiero ponerme a pensar en la reacción de mi madre, ya arreglaré lo que pase conforme suceda. —No quiero sorpresas así que ordena que cada hombre sea sometido al suero, y Samuel no viene. —le dicto y se yergue apretando la mandíbula.
