"Anhelo", la culminación emocionante de esta cautivadora historia, guarda para desatar una tormenta de emociones que solo se intensifica después de haber recorrido las páginas de "Prohibido".
Los caminos de Alena Russell y Alexander Hoffmann se cruz...
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Dinamarca.
—¿Dinamarca? —pregunta Alena sorprendida cuando el avión de la princesa aterriza nada más ni nada menos que en el castillo de Amalienborg enCopenhague.
—A ver si a ti si te responde. —suelta Jared ganándose una mirada fría de Alexander.
—¿Qué hacemos aquí? —insiste la pelirroja, ya que según los informes de Max, Alexander no tiene nada que ver con la familia real danesa, no hasta donde la pelirroja tiene entendido.
—Ya lo veras. —responde Alexander bajando del avión, donde son recibidos por la guardia danesa así como por la reina Margrethe II quien en sus años de reinado jamás había recibido personalmente a ninguno de sus invitados.
—¡Bienvenidos sean todos ustedes! —exclama la reina con una amplia sonrisa en su rostro, casi todos los pasajeros del avión le hacen una reverencia en respuesta a su saludo (digo casi, porque Alexander y Narel Hoffmann le mantienen la mirada a la reina, sin bajar la cabeza ni siquiera un milímetro)
—Gracias su majestad. —responde Melissa en representación de su familia.
La reina asiente con una sonrisa, regresando su vista a Alexander. —Sus hombres llegaron ayer, ya han inspeccionado el castillo y ahora esperan sus órdenes, Señor Hoffmann. Imagino que estarán cansados después del viaje, así que ordene que preparan sus aposentos para que se sientan como en casa.
—Es usted muy amable su majestad. —responde Juanito al darse cuenta de que nadie más responde a la reina.
Para él, esta situación es completamente ajena, su joven mente no puede comprender plenamente la importancia de estar frente a una monarca tan respetada en el mundo, pero en su mente, es una reina y merece el mayor respeto que él pueda brindarle.
—Acompáñenme por favor. —pide la reina después de sonreírle a Juanito, todos la siguen mientras uno de los guardias de la reina inicia contándoles un poco de la historia del castillo.
—... Es la residencia oficial de la familia real danesa desde el siglo XVIII. El castillo consta de cuatro palacios idénticos alrededor de una plaza octogonal. Fue construido en honor a la reina Amalia, y su arquitectura rococó es impresionante. Los palacios eran habitados por varios miembros de la familia real, y el Museo del Palacio de Amalienborg permite a los visitantes explorar su historia y riqueza cultural...
—¿Dijo eran? ¿Por qué? ¿Se mudaron? —pregunta la princesa Narel al hombre quien de inmediato se tensa, volteando su mirada a la reina.
Está asiente con los ojos tristes, dando su visto bueno para que el guardia responda solo por dos razones: La primera, han pasado cuatro años desde el incidente y aunque su corazón sigue en duelo puede escuchar del incidente sin derrumbarse y la segunda, fue la princesa quien preguntó, y para ella como para el pueblo danés la palabra de Narel tiene que tener peso.
