12 El sonido de... un timbre

213 38 2
                                    

—Mi hermano es muy listo —dijo el rubiecito con una gran sonrisa. Era la primera vez que hablaba de eso, pero era cómico verlo. Movía los hombros de lado a lado, levantaba la barbilla y sacaba el pecho. Nunca lo había visto "presumir" de algo, y Elizabeth no pudo evitar sonreír de vuelta mientras le servía té.

—Tú también eres muy listo, no sabía que trabajabas en el Instituto de Arte. —Visto en retrospectiva, tenía sentido. Por y pese a su condición, Meliodas era un genio, y sus mejillas se colorearon mientras retorcía su cabello en un gesto que ella conocía muy bien y que significaba que se sentía apenado.

—Me gusta dar clases online. Pero mi hermano es especial.

—Tal vez sea de familia —rió ella, que por alguna extraña razón disfrutaba de presionarlo para hacerse sentir amado—. Tú también lo eres. Nunca he conocido a alguien tan especial como tú.

—¡Él es doctor! —proclamó como si estuviera seguro de que con eso ganaba la batalla. La albina decidió permitir que así fuera para que su pequeño amigo no comenzara a humear sobrecargado de emociones.

—¿De verdad? Suena a que es una persona maravillosa —El rubio comenzó a balancearse emocionado, y tal vez allí habría acabado todo, de no ser porque en ese momento sonó el timbre—. ¿Quién será?

—No sé —dijo con una sonrisa traviesa, y para ella resultó obvio que eso significaba justo lo contrario.

—Buenos días. Disculpe, dirección equivocada —se asombró el moreno al ver que ella atendía la puerta.

—No, espere por favor. ¡Meliodas! —gritó ella al astuto muchacho que venía detrás—. Tramposo. ¿Por qué no me advertiste? ¿Tienes algo que decir en tu defensa?

—¡Zel! —gritó emocionado y lanzándose a abrazarlo—. Ella es Ellie —la presentó, haciendo el mismo gesto de orgullo ante su hermano, como si la estuviera presumiendo—. Es mi vecina. Y es mi mejor amiga. —Solo su buena educación le impidió quedarse ahí atontada sintiendo mariposas en el estómago.

—Mucho gusto, mi nombre es Elizabeth Liones —reaccionó por fin, tan ruborizada y alegre como él—. Perdone, no estaba preparada para su visita. ¡Strudel! Tengo strudel de manzana para que comamos. Aguarden, iré a casa por él. —dijo cruzando el pasillo, y mientras desaparecía por la puerta, los hermanos empezaron una rápida y breve conversación en susurros.

—Es muy bonita.

—Y lista —confirmó el rubio—. Y buena.

—¿Y te sientes cómodo con ella? ¿En verdad está bien que esté contigo en casa?

—¡Es viernes! —explicó como si fuera lo más lógico del mundo—. Los viernes tomamos té.

Los tres se sentaron a disfrutar del té mientras se conocían y contaban las novedades. Zeldris aún estaba algo suspicaz, pero viendo a su hermano tan feliz decidió que, al menos por el momento, no importaba nada más. 

***

Nuevo personaje ha aparecido, fufufu ^w^ ❤ Hola a todos, aquí Coco, quien les desea un maravilloso inicio de semana, y quien se permite hacer un poquito de spam para que no falle XD Los invito a darse una vuelta por la última actualización de mi obra Coconoticias. Estoy segura de que lo que encuentren ahí los hará tan felices como leer este capítulo, fufufu 💕Nos vemos el próximo domingo para más 💋


https://www.wattpad.com/story/331929320?utm_source=android&utm_medium=link&utm_content=share_reading&wp_page=reading&wp_uname=COCOMELI4YOU&wp_originator=4wvj9QrwYf2NC%2B2%2FRa%2Fqdg7UQAku02QxrkNgHSeowX4euDjTd63SofRm7tef%2BuYK296SPIjivLxg3HsBdExJa%2BXJ%2FMH%2FZR2lO1RO9Whc0WJOS6q1tgo1ArIzO7dz7j5R

Sonidos del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora