16 El sonido de... un árbol de navidad

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—¡Ellie! ¡Pásame las luces!

—¡Voy! —Se estaban divirtiendo como nunca. Meliodas y Elizabeth estaban abocados a decorar el departamento del rubio, y la inspiración estaba tan rampante que no podían dejar de sonreír.

No habían hablado de lo que pasó en la terraza desde aquel día, pero no importaba. Los viernes de té habían vuelto, habían ido juntos de compras un par de veces, y estaban usando un martes común para colocar un enorme árbol de navidad al lado del piano. Todo había vuelto a la normalidad. Todo, excepto una cosa.

—¡Mel! ¡Cuidado! —La silla donde estaba parado se tambaleó, y ella lo sostuvo de la cintura para evitar que se cayera. Apenas sus cuerpos entraron en contacto, una corriente de energía pura los atravesó.

—Gra-gracias —dijo con un tartamudeo, y se apresuró a terminar las luces para alejarse rápidamente de su contacto. No era que le desagradara. De hecho, era lo contrario, pero se sentía tan abrumado por las sensaciones que prefería tomar distancia para calmarse. A los dos minutos volvía a estar normal, y continuaban su misión cuál duendes navideños, intacta su amistad.

«No pasa nada, no pasa nada», pensó divertida, deleitándose con el rubor en sus orejas y mejillas. Solo debía ser paciente. Aunque claro, no demasiado, ya que en el fondo disfrutaba provocarlo cual niña traviesa.

—Ayúdame a elegir esferas, Ellie —Para una persona tan artística, le sorprendía que Meliodas no tuviera sentido de la proporción. De haberlo dejado solo, habría llenado cada espacio vacío con decoraciones. Aunque no era exactamente su culpa. Es solo que le encantaba la navidad, no podía contenerse. Fue labor de ella meter mesura y orden, y ahora la casa estaba preciosa, digna de los cuentos clásicos.

—Vamos a ver... ¡Ésta! —proclamó entregándole una esfera roja que combinaba perfecto con lo demás. Solo que la pieza resultó ser demasiado delgada, pues aunque sus dedos no se tocaron, la poderosa energía entre los dos fluyó a través del vidrio—. ¿Seguro que no quieres que hablemos de "eso"? —Un largo suspiro dejó los labios del rubio mientras le daba la espalda para colgar el adorno.

—No puedo. Apenas acabo de recuperarte y yo... no estoy listo.

—De acuerdo.

—En verdad lo siento.

—Cielo, está bien —le sonrió con sinceridad mientras le ofrecía una esfera verde sosteniéndola solo por la parte metálica—. No tiene que ser ahora. Solo disfrutemos de estar juntos y poner tu árbol, ¿sí? —Él le mostró una sonrisa llena de gratitud, y acto seguido pareció recordar algo.

—¿Sabías que el árbol también tiene sonido?

—No, no lo sabía.

—¡Acércate! —Ambos se aproximaron en cuclillas y cerraron los ojos. Ella se dió cuenta que tenía razón. La electricidad generaba un levísimo zumbido, el más sutil movimiento producía un agradable tintineo metálico, y casi pudo percibir una especie de murmullo, como si estuvieran en el bosque y las ramas se mecieran con el viento.

—¡Tienes razón! —No hubo caso. A pesar de haberla sostenido con todo cuidado y de la parte más alejada, igual sintieron un escalofrío de placer al tocar la esfera al mismo tiempo. Fueron salvados justo a tiempo por unos golpes en la puerta—. Yo abriré. —Se alejó mientras él colgaba la esfera.

—Hola, Elizabeth —le sonrió Zeldris con una caja de cartón en las manos—. Espero que mi hermano no te haya abrumado con su espíritu navideño.

—¡Zel! ¿La trajiste? —preguntó emocionado como un niño.

—No hay árbol sin estrella —afirmó mientras abría la caja. Un espectacular adorno que parecía hecho de oro brilló sobre moños y listones, y el resto de la tarde los tres se dedicaron a ponerlos, contemplando su obra maestra desde el sofá con sendas tazas de chocolate. 


***

Está que cae. ¡Está que cae! ^u^ ✨Hola a todos, aquí Coco, quien como siempre les desea un feliz inicio de semana, y también, una maravillosa temporada navideña. Si que se siente, ¿no lo creen?  Esa magia, frío y amor está por el aire, fufufu 🎄Muchas gracias por compartirlo conmigo y estar aquí como siempre. Sin más por ahora, me despido mandandoles un beso y un abrazo. ¡Nos vemos el próximo domingo para más! UwU

Posdata: muchas gracias a los que han participado en la convocatoria, nuestro libro ya está casi listo, ¡no puedo esperar para publicarlo! 



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