Refugio | En Emisión

Capitulo 16 | Intruso

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—...Me siento mal por los hombres que te anhelan~

Al oír ese susurro en su oído dejo de respirar por el estímulo que sintió, el cálido aliento recorrió su oído haciendo que su corazón comenzara a latir con fuerza y rapidez, como si estuviera apunto de salirse por su boca.

—¡Te-tengo que ir a trabajar! —dijo Hyun-ki antes de separar rápidamente del hombre y salir del lugar sin mirar atrás—

Aun sentía la mirada de Caesar fijamente en su espalda haciendo que sintiera algo parecido a un ardor, pero hizo su mayor esfuerzo para ignorarlo.

—«¿¡Que se supone que fue eso!?» —penso Hyun-ki tapando su boca mientras sentía como sus mejillas ardían—

Se encerró rápidamente en la biblioteca en búsqueda de algo de paz pero el recuerdo la volvió a golpear, el toque de sus dedos en su cabello, sus ojos gris plateado mirándola y la voz baja que le susurro en su oído...

...Me siento mal por los hombres que te anhelan~

Su mente la traiciono y volvió a escuchar ese susurro en su cabeza haciendo que se llevara la mano a la oreja mientras sentía como su corazón latía como un loco ¿Esta habitación era tan cálida? ¿O era tanto el calor en su cuerpo que hacía que tuviera tanto calor?

—... ¿Qué me está pasando...? —susurro Hyun-ki sintiendo como las mejillas le ardían antes de poner ambas manos sobre ellas y sentir su calor—

Nada de esto era normal...

[...]

Pasaron los días y la nieve no tenía intención de bajar, pero eso no era lo que estaba volviendo loca a Hyun-ki en estos momentos. El hecho de estar enterrada en papeles y sentir que no avanzaba en nada la estaba estresando mucho y no podía pedirle ayuda a Lee para este caso porque involucraba a la mafia, lo menos que quería era ponerlo a el y a su padre en riesgo por lo que opto por no contarle nada, pero le hacia mucha falta desahogarse con alguien.

—«A este punto ocupare un loquero, acepte esto para el juicio de Nikolai pero estoy perdiendo el tiempo...siento que no avanzo en nada»—penso Hyun-ki recostándose en la silla en búsqueda de algo de claridad—«Sera mejor que tome un descanso, de nada sirve estresarme de esta manera»

Miro hacia la ventana, hacia un bello paisaje blanco afuera y parecía lo suficientemente bueno para salir a caminar así que ¿Por qué no?, dejó lo que estaba haciendo y fue a su habitación parar poder sacar su abrigo para la nieve y se dirigió hacia la salida.

—¿Necesita algo? —pregunto la voz del mayordomo a sus espaldas—

—Ah, ire a afuera un rato para tomar el aire —explico Hyun-ki volteándose para poder encarar al viejo—

De pronto, los ojos del mayordomo brillaron intensamente, pero abrió la boca con una voz indiferente hacia Hyun-ki.

—Ya veo, entonces por favor espere un momento —le pidió haciendo una reverencia—

El hombre desapareció de su vista unos segundos antes de regresar con un sombrero en la mano.

—Si va a salir debe usar esto —le tendió la prenda—El Zar lo dejo para usted

—«Es el de la otra vez...»—miro el sombrero de pelaje grueso con seriedad, era el mismo que le presto cuando el le disparo al niño—

Dudo por unos segundos, pero no quería meter a este pobre hombre en problemas asi que lo recibió dándole las gracias y ponérselo sobre la cabeza.