Cuando me secuestraron por primera vez y apenas volví con vida, mi padre dijo
---𝑫𝒆𝒃𝒐 𝒆𝒏𝒔𝒆𝒏̃𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆𝒗𝒊𝒗𝒊𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒖 𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂
Escuche a alguien decir que a ver regresado era un error, pero este era el único lug...
El pobre chofer pensaba que este era el peor día d su vida, sabía que trabajar para un mafioso no era lo mas convencional, pero al menos pagaba bien, sin embargo, eso no quitaba que a veces sentía que no le pagaban lo suficiente por culpa de su jefe. No solo se tenía que tragar el humo de sus puros, sino que también tenía que tragarse los incomodos momentos que le hacia pasar por estar demasiado "emocionado" como para buscar un hotel pero ahora el ambiente estaba más pesado que nunca y era fácil darse cuenta cuando miró el rostro del Zar a través del espejo retrovisor...
Después de subir al auto, el humor del Zar no era muy bueno, eso se le notaba mucho por la expresión de su rostro mientras fumaba un puro y no era el único incomodo por la situación, los miembros de la organización estaban nerviosos adentro y condujeron con cuidado mientras el silencio se hacía más pesado e incómodo.
Y no fue lo peor, devuelta en la mansión la situación fue aún peor ya que tan pronto como Caesar salió del auto, se encontró con el mayordomo que lo recibió con cara de vergüenza y pronto se hizo evidente la razón.
—Caesar~ Te estaba esperando~ —exclamo Dimitri emocionado—
La reacción de Caesar a la presencia de Dmitry, quien lo saludó con un rostro brillante fue fría por decirlo menos.
—¿Te fue bien en el congreso? —pregunto Dimitri intentando abrazarlo pero Caesar solo paso de largo—
El hombre ni siquiera se había dignado a verlo, solo siguió su camino.
—¿Qué pasa con esa reacción tan fría? —le pregunto haciendo un puchero antes de recuperar la compostura y seguir al Zar— Funciono ¿verdad? Tengo un Whisky especial en el club ¿Por qué no vamos? Todo el mundo te quiere ver, se volverán locos
Caesar no respondió en absoluto y caminó hacia su habitación mientras pensaba el porque demonios el camino tenía que ser tan largo, era la primera vez que le molestaba el tamaño de su casa.
—Tengo alguien que puede te que guste, ni siquiera la hemos ofrecido solo por ti —anuncio Dimitri esperando que eso llame la atención del hombre tomando su brazo y comenzando a agitarlo—¿Qué dices? ¿Caesar? ¿Me estas escuchando? Hace mucho no vas ¿No crees que ya es tiempo? Hay unas 20 o 30 personas hoy, puedes hacer lo que quier-!
—...
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Dimitri paro de hablar de inmediato apenas vio los ojos fríos de Caesar y solto su brazo, lo que el Zar aprovecho para entrar a su habitación directamente y cerrar la puerta frente a los ojos de Dimitri que solo se quedó parado en el pasillo mirando inexpresivamente la puerta antes de frunció el ceño.
—Ah~ Que difícil~ —exclamo Dimitri soltando un suspiro—Me la estás haciendo difícil, Caesar
Mientras tanto, Caesar agarró violentamente su corbata y la arrojo contra su cama haciendo que su cuerpo se tensara levemente por el dolor de las heridas pasadas.
