Refugio | En Emisión

Capitulo 39 | Sin Escape

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La sonrisa de Dimitri se tensó de inmediato al no poder procesar lo que había escuchado ¿Qué la abogada estaba aquí? ¿Cómo y por qué? No había visto venir esto jamás y ni siquiera le pudo decir nada a Caesar porque este lo aparto violentamente para salir rápidamente de la habitación siendo guiado seguido por Yuri dejándolo a él completamente solo.

—Esto no puede ser posible...—murmuro por lo bajo antes de asomarse por la ventana que daba al exterior—

Fue ahí cuando la vio, Hyun-ki estaba ahí parada mientras que varios hombres de la organización estaban impidiendo que entrara a la mansión aun cuando ella les estaba hablando con aparente fuerza hasta que se quedó callada al ver la presencia del zar llegar para sorpresa de todos. Los hombres se hicieron a un lado y le dejaron el camino libre haciendo una reverencia mientras que la mujer solo se quedó quieta y lo miro de frente.

No podía escuchar nada pero estaba claro por el movimiento de boca que amos estaban hablando pero todas las palabras quedaron en el olvido cuando de un movimiento rápido Caesar jalo a la extranjera del brazo para tomarla en sus brazos y comenzar a caminar hacia su auto ignorando por completo las protestas de la mujer que estaba gritando y pataleando inútilmente como una niña pequeña antes de ser arrojada en los asientos del pasajero de un auto y que Caesar sacara al conductor de un jalón fuerte para tomar el mismo el vehículo y salir de ahí rápidamente.

—«Esto sin duda no es como lo tenía planeado, pero al final no pierdo nada...»—pensó Dimitri mientras tomaba asiento en el cómodo asiento de cuero de Caesar y coger el teléfono—

Se puso el teléfono en la oreja y apretó un botón y después de unos pitidos salió la voz que había estado esperando.

—El zar se ha ido...Ah si por supuesto, le hable de la abogada, pero las cosas salieron un poco diferentes de lo que esperábamos porque la mujer se presentó aquí...Nah, es cierto que Lomonosov y el Zar están relacionado...—escucho lo que la otra voz al otro lado de la línea tenía que decir antes de que sus ojos brillaran con intensidad—Parece que esperar más tiempo no tiene sentido, le dimos suficientes oportunidades...No necesitamos un jefe que no conozca el orgullo de Rusky

[...]

La mente de Hyun-ki estaba hecha un caos, esto no era para anda lo que tenía en mente al momento de que fue a hablar con Caesar ¡Ella solo iba a dar un cierre a todo esto para no tener un cargo de consciencia y poder sacarse lo que sea que sintiera por este hombre del corazón sin arrepentimientos, pero ahora estaba en esta situación! Encerrada en un auto que iba a quien sabe dónde con un conductor que no la escuchaba.

—¡Caesar, detente! —grito Hyun-ki frustrada mientras intentaba hacer que el hombre la escuchara, pero era inútil—¡Necesito que me escuches, para el auto por favor no puedo quedar-!

—Guarda silencio ahora mismo y siéntate si no quieres que choquemos los dos —exclamo Caesar sin voltear a verla, pero con una voz extremadamente fría y amenazante—

La mujer sintió como un escalofrío de miedo le recorrió la espalda antes de que su cuerpo reaccionara antes que su cabeza y la hiciera sentarse en el asiento trasero, pero no paraba de mover su pie con nerviosismo mientras intentaba ver hacia el exterior, pero era imposible por las ventanas polarizadas hasta que el auto se detuvo abruptamente haciendo que se sintiera un poco asustada cuando Caesar bajo bruscamente del auto cerrando la puerta detrás de el antes de ir a su lado del pasajero y sacarla por la fuerza tomándola en brazos nuevamente.

—¡Caesar bájame, yo puedo caminar por mi cuenta! —grito Hyun-ki intentando hacer que el hombre la bajara—

Sus intentos fueron completamente inútiles, por más que pataleara o golpeara el pecho de Caesar lo único que conseguía era cansarse ella misma en sus brazos de forma inutil.