Capitulo 29 | Plantado

784 141 26
                                    

────────────────────────────────────

Deslizo su mano sobre su entrepierna vestida separándola lentamente de su cuerpo para dar paso a sus dedos y comenzar frotar hacia arriba y hacia abajo lentamente haciendo que la mujer apretara más las manos contra su boca para evitar soltar algún ruido mientras que el hombre que se cernía sobre ella como un cazador con su presa.

Desde que entro en el auto Caesar no pudo quitar su vista de la hermosa figura de la mujer que tenía delante de él, se encontraba vestida formalmente, justo como lo ameritaba su trabajo como abogada, pero con la diferencia de que no llevaba un pantalón sino una falda que le llegaba a las rodillas y que se amoldaba por completo a su figura.

¿Acaso se vistió así apropósito para seducir a los hombres en la calle? ¿Quería enloquecerlo a él de celos? Claramente se le olvido que tipo de persona era el por lo que no dudo en tomar acción para recordárselo.

Su mano separo más tus piernas y sus ojos recorrieron su cuerpo vestido ahora un poco desalineado por los movimientos bruscos.

Te ves muy hermosa abogada...—aseguro Caesar en el oído de Hyun-ki haciendo que a ella le recorriera un escalofrió al sentir su aliento caliente—Y te veras aun mas exquisita cuando termine contigo

Sus ojos se enfocaron en su rostro mientras sus dedos se acercaban a su entrada haciendo que la expresión de la mujer se frunciera más y que sus manos temblaran un poco sobre su boca para evitar hacer un ruido fuerte pero su respiración se volvía cada vez más temblorosa.

Caesar no duda en hundir dos dedos en su interior haciendo que el cuerpo de Hyun-ki se estremeciera mientras que la mano libre del hombre sostenía su cadera para que no se alejara de su toque, algo redundante ya que él tenía su pequeño cuerpo contra la esquina del asiento.

¡Caesar! —jadeo en voz baja mientras cerraba los ojos mientras su rostro ardía—

Los ojos de Caesar se llenaron de satisfacción mientras se mordía un poco el labio ante la imagen erótica, sintiendo las paredes sedosas y húmedas alrededor de sus dedos que casi se lo estaban tragando ante los nervios y ansias.

Comenzó a mover más sus dedos sus dedos, abriendo suavemente mientras entraba y salía haciendo que Hyun-ki arqueara la espalda mientras intentaba contener sus ruidos lo mejor posible, pero era casi imposible, los pequeños pero dulces ruiditos lo animaron a sumergir y curvar los dedos con más dureza hasta que encontró el punto dulce que hizo a la mujer estremecerse y casi gemir en voz alta haciendo que la mirada predadora de Ceasar se afilara más y comenzara a atacar ese punto sin piedad.

Su mano libre recorre su cadera hasta su muslo para mantenerlo abierto sostiene tu muslo con el movimiento de sus dedos volviéndose cada vez más espero, cada vez que sus dedos golpeaban el punto dulce en su interior su palma golpea su clítoris. Hyun-ki se sentía tensa y caliente por igual, no podía pensar en otra cosa que no fuera por fin liberar la frustración que llevaba días cargando hasta que por fin su cuerpo no pudo más, su abdomen se tenso con rapidez por la sobreestimulación haciendo que se corriera fuerte y rápido sobre la mano de Caesar que no la dejo en paz en ningún momento, la seguía estimulando aun en su orgasmo haciendo de este más largo hasta que por fin termino.

Haaa~ Haaa~ —jadeo Hyun-ki quitando sus manos de la boca buscando oxígeno, no noto que casi se ahoga así misma sin querer—

Caesar miro su mano hecha un desastre y solo sonrió antes de llevarse los dedos a la boca para lamer su dulce recompensa mientras que miraba el rostro rojo y agotado de la mujer que tenía debajo suyo, si así se miraba con solo un orgasmo ¿Cómo se vería cuando la hiciera tener uno tras otro? De solo pensarlo lo hacia querer llevarla a su mansión para cumplir dicha fantasía y no ir con Zhdanov pero se obligo así mismo a descartar esa idea...la espera valdría la pena.

Refugio | En EmisiónWhere stories live. Discover now