Cuando me secuestraron por primera vez y apenas volví con vida, mi padre dijo
---𝑫𝒆𝒃𝒐 𝒆𝒏𝒔𝒆𝒏̃𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆𝒗𝒊𝒗𝒊𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒖 𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂
Escuche a alguien decir que a ver regresado era un error, pero este era el único lug...
Las palabras de Hyun-ki se ahogaron en su garganta cuando Caesar volvió a besarla, pero a diferencia de las ultimas veces no estaba siendo suave o dulce, su lengua no paraba de jugar con la suya humedeciendo así sus labios al mismo tiempo que los mordía levemente y sus dientes chocaran, el hombre actuaba como si no hubiera comido en semanas y aun con esa energía Hyun-ki no se sintio asustada en lo absoluto sino todo lo contrario, su cuerpo estaba reaccionando de forma positiva a ese trato rudo que hacia que quisiera cerrar sus piernas de forma instintiva pero siendo detenida por Caesar que evitaba que ella hiciera eso.
—Empieza tocándome desde aquí —le ordeno Caesar tomando su mano para llevarla a su miembro—
La mujer trago saliva con dureza al sentir la carne gruesa y cálida en su mano que ni siquiera era capaz de cerrarse alrededor, había crecido tanto que no cabía en la palma de su mano y aun usando las dos no creía que fuera suficiente.
—Tú sabes que hacer...la vez pasada lo intentamos ¿recuerdas? —susurro Caesar hablando con voz áspera y chupando el lóbulo de su oreja—
—...S-si...—tartamudeo Hyun-ki con timidez antes de llevar su otra mano al miembro de Caesar—
Comenzó a mover ambas manos con cuidado haciendo que la frente de Caesar se arrugara un poco pero no logro sacarle un sonido fuerte por lo que Hyun-ki comenzó a apresurar poco a poco sus movimientos logrando sentir como un escalofrió le recorría al hombre desde la parte baja de su espalda y que contuviera un sonido que estuvo a punto de escaparse.
—«Quiero oírlo, además su expresión aún está muy relajada»—pensó Hyun-ki con determinación—
Siguió con la misma velocidad unos segundos mas antes de bajarla de golpe haciendo que Caesar se sorprendiera un poco por el repentino cambio de velocidad que volvió a subir de golpe haciendo que su cuerpo comenzara a temblar aun mas y su expresión fuera mas clara, incluso los sonidos que quiso contener comenzaron poco a poco a salir ante ese juego de velocidad al que estaba siendo sometido que termino provocando que Caesar dejara escapar un gemido desde lo más profundo de su garganta.
—¡Eres...una mujer cruel...! —exclamo Caesar al encontrarse con la mirada divertida de Hyun-ki—Bueno...Hay que divertirnos juntos
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Apenas el zar pronuncio esas palabras hizo girar el cuerpo de Hyun-ki para que quedara boca abajo ignorando por completo el grito de sorpresa y las pobres protestas que fueron silenciadas apenas paso su miembro entre los suaves muslos de la mujer haciendo que el roce entre sus intimidades fuera total.
—Veamos si aun así mantienes esa miradita astuta en tu hermosa carita cuando este cubierta por mi semen~ —le susurro Caesar en su oído mientras sostenía ambos brazos de la mujer para poder maniobrarla mejor—
