13. Size Difference

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Ox no podía apartar la vista de aquel esbelto cuerpo, había algo mágico en los movimientos de aquel moreno en medio del escenario, ni siquiera podía ver a la desdichada protagonista pues toda su atención se centraba en aquel implacable villano de traje oscuro que movía los brazos como si fueran dos poderosas alas de ébano, una parte de él esperaba que alzara el vuelo como un ángel, o un demonio, para asombro de la audiencia.

Abrió la boca soltando un jadeo cuando cubrió a Odette con su cuerpo arrastrándole fuera del escenario para que su hija tomara el lugar de esta en aquel baile.

— le gusta nuestro ballet embajador— el enorme hombre se sobresaltó ante la sonrisa divertida de un hombre de traje gris que le miraba mientras a sus espaldas se llevaba a cabo la gran pelea final entre el príncipe Sigfrido y el hechicero Von Rothbart por la joven.

— es maravilloso— la forma en que la joven se movía de un brazo a otro hasta que el villano clavaba un cuchillo en el enamorado para verle caer mientras se llevaba en brazos a la dama le sobresalto, sus pasos largos y flexibles parecían apoderarse de todo el lugar como si le perteneciera— como se llama la compañía... debería llevar flores

Una sonrisa suave apareció en el rostro del hombre mientras se acercaba al borde.

— se llama Atenea company... también la orquesta es de ellos, puedo presentarle a los bailarines si lo desea

— no quiero importunarlos

— nada de eso, ellos estarán encantados y el director también, más que si solo envía flores

Ox sonrió un poco mientras se fijaba en aquel hombre de negro haciendo una reverencia al final de la función, era más elegante que cualquiera de sus compañeros como si estuviera a un nivel diferente de aquellos vestidos de blanco.

Ox no podía dejar de mirarlo de reojo, alejado del resto del grupo con sus brazos cruzados sobre su pecho mientras aquellos oscuros ojos se clavaban en el ruidoso grupo de bailarines, se había desatado la coleta que ataca su cabello que ahora caía como una cascada oscura sobre sus delgados hombros, era mucho más increíble de cerca.

—¿qué le pareció la función señor? — dijo la prima ballerina con una sonrisa de autosuficiencia, tenía unos ojos rapaces que desentonaban con su rostro de muñeca, aquello ponía nervioso a Ox que solo atino a felicitarlos por su trabajo aún que buscaba una forma de escapar de los cisnes sin ser demasiado grosero. Por suerte el diplomático a su lado sabía cómo guiar los reflectores hacia él y no tardó demasiado en acaparar la atención dando muestras monetarias de afecto.

— son un montón de lamebotas— murmuro el hechicero mientras se alejaba a uno de los espejos para quitarse el maquillaje de los ojos. Su voz era grave y cortante como una fría navaja que le hizo detenerse a medio camino hacia él.

— ¿no... no te agradan tus compañeros?

El bailarín le miro de arriba abajo, antes de volver sus ojos al espejo para encogerse de hombros.

— no lo hacen

No había duda en su voz, era todo firmeza y seguridad, no era solo una afirmación parecía también acusar con aquella frase al resto de la compañía. Se quitó el resto del maquillaje para ponerse en pie mientras se hacía una coleta baja mirándole con aquellos ojos intensos.

— pero tranquilo... son buenos en la cama y no les importará que seas inglés

Sus mejillas ardieron mientras aquel hombre se paseaba a su lado sin mirarle siquiera, sus palabras le hirieron en su orgullo mientras la puerta se cerraba.

— ignóralo... es un presumido— murmuro Odette mientras tomaba su brazo para llevarlo con el resto, el presidente parecía estar feliz bebiendo con elegancia una copa de vino mientras charlaba calmadamente sobre el ballet.

Los secretos de PanOnde as histórias ganham vida. Descobre agora