21. Panties & lingerie

83 2 0
                                    

Advertencia: lo que está a punto de leer es un Genderbender en toda regla, por favor, tomar precauciones.

Había cierto aroma a jazmín flotando en el aire, las luces bajas que iluminaban el pasillo daban al ambiente un encanto hogareño que a Cid le encantaba, el rumor de una canción olvidada se le enredaba en los cabellos mientras que avanzaba por su casa mientras contra su pecho revoloteaba la anticipación y la alegría de quien se reunirá con la persona que más ama en el mundo, su corazón amenazo con salirse de su pecho cuando llego a la puerta de la habitación compartida escucho el suave tarareo de Sísifo al otro lado y haciendo de estómago corazón empujo la madera que les separaba.

Ella estaba preciosa, una deidad de carne y hueso parada en medio de la habitación con una bata celeste que le hacía parecer un ángel. Le llamo, extendiendo sus manos en su dirección y sonriéndole con una bondad que aun que ella no lo supiera le hacían querer llorar de alegría, dio un paso en su dirección probando apenas que Tania la entereza de no caer ante ella y luego de no correr a sus brazos como un perro un abandonado, aun cuando se derritió cuando sus brazos le rodearon en el abrazo más cálido que habían tenido.

Dos meses, dos meses son una eternidad para quienes se aman, sesenta días de suspiros ininterrumpidos cuyo único consuelo fueron breves llamadas por la noche que le dejaban siempre con ganas de tomar sus maletas y volverse a casa.

- Te extrañe- murmuro la rubia contra sus cabellos, podía imaginar esa sonrisa triste en su boca y se le rompía el corazón al pensar que sus acciones le podrían causar algún dolor, le abrazo también aferrándose a su espalda mientras ocultaba su rostro entre sus cálidos hombros.

- Yo también- sintió como su amada le separaba de ella con los ojos brillando- te traje flores

- Gracias- sostuvo las azucenas en sus manos sonriendo con ternura a las flores antes de volver sus ojos a la menor- pero cuéntame... ¿cómo le fue a mi adorada prima ballerina?

- Estuvo bien, fue muy pesado, pero... estuvo bien...

- ¿vale la pena Francia?

- No salí mucho del estudio la verdad

- me imagine- le sujeto la nariz como lo haría con un niño pequeño- tan dedicada como siempre

Se sentía un poco avergonzada por su actuar, quizás si viera salido podría contarle más cosas sobre el lugar que visito, algo más interesantes que sus eternos "no me salió tal movimiento" "no me gustan que me carguen" "estaba retrasada en su entrada" que la rubia soportaba sin quejarse.

- La... la próxima vez... debemos ir juntas, explorar juntas

- ¿es una promesa?

- Pretendo que sea más que eso

Sísifo hundió la nariz en las flores aspirando el aroma con los ojos cerrados, sus pestañas de cobre descansaron en sus mejillas bronceadas antes de que alzara la vista ante la insistencia de la mirada de la morena.

- ¿hola?

Cid tuvo el impulso de retroceder cuando se vio descubierto, quería ocultar de los ojos de cielo el rubor de sus mejillas bajo la mirada de forma inconsciente buscando en sus adentros alguna excusa, sintió la mano caliente de Sísifo sobre su mejilla alzando su rostro para que sus ojos se encontraran de vuelta.

- Las... las flores son hermosas

- Me recuerdan a ti- la seguridad de sus palabras siempre le desconcertaba, ahí donde la lengua de Cid era torpe la de Sísifo seria certera como un disparo- las azucenas me encantan porque me recuerdan siempre a ti...

Los secretos de PanWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu