5

10.9K 922 88
                                    

Eres como la luna, brillas en la oscuridad y alumbras mi camino para así poder encontrarme contigo.

—Spencer Tae-moo.

   SPENCER:

  

   Me he quedado sumamente paralizado.

   No lo vi venir.

   No pensé que mi niña le diría esto a Emma.

   Reconozco que a ella le hace falta tener a una figura materna.

   He pasado todos estos últimos años pensando si no eramos suficientes para Sofia, la madre de Elizabeth. Nos abandonó como si de una basura se tratara. Elizabeth ha sufrido demasiado pensando en ella, esperando a que regrese y le diga lo mucho que la quiere.

   Ni siquiera puedo esconder las fotos de su madre porque ella dice que le gusta verlas todos los días, solo para sentirse cerca de ella.

   Este tema con relación a su madre, me pone de malas en un solo segundo. Ella no debió de hacerle esto a Elizabeth, pero la avaricia y el querer ser una mujer de la alta sociedad de Corea, la llevó a irse a Busan, con su querido amante.

   He borrado cualquier pisca de amor por ella, pero sé que mi la ama y lo seguirá haciendo, lo que está provocándole problemas.

   Saliendo de mis pensamientos, me acerco a mi hija, justamente a su oído.

   —No puedes pedirle eso a ella, preciosa. No es tu madre, no es su responsabilidad. —Expreso de manera dulce para que no se sienta triste si ella la rechaza.

    Elizabeth gira su rostro para mirarme atentamente.

    —Papá, quiero tener una mamá. Estoy triste porque no tengo una con quien jugar... —Responde en voz baja con una mirada triste.

   No.

   No me gusta ver esa mirada en su rostro.

   Detesto verla triste. Prefiero que me torturen que ver que mi pequeña está triste.

   Ni siquiera miro a Emma. Mi atención la tiene mi hija quien está esperando una respuesta.

    —Sí, preciosa. Quiero ser tu madre... —son las precisas palabras que menciona Emma.

   ¿Ella acaba de decir que si quiere ser su madre?

   Mi corazón está palpitando más de lo normal.

   No lo creo.

    Elizabeth se levanta de la silla y se acerca a ella, saltando en sus brazos con mucha alegría.

    —¿Tengo mamá? ¿Tú eres mi mamá? —le pregunta Elizabeth agarrando su rostro con sus dos pequeñas manos.

    Ella le sonríe felizmente mientras que yo aún estoy con la boca abierta queriendo que me repita lo que acaba de decir.

    —Si soy tu mami, preciosa. —le responde Emma a Elizabeth.

   Creo que de esta manera me moriré más rápido.

   Creo que me acaban de dar dos infartos ahora mismo.

   Acaricio mi cabello hacia atrás y me echo un buen suspiro buscando aire, ya que siento que de esta me muero.

    Agarro mi pecho y giro mi cuerpo hacia afuera de la silla, escondiéndome de la mirada de Emma.

   —No te preocupes, mami. Papi está emocionado porque serás mi mami. —dice Elizabeth burlándose de mi.

MI DULCE REGALOWhere stories live. Discover now