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No sé definir que es lo que me pasa, cada vez que te tengo cerca de mi cuerpo.

—Spencer Tae-moo.

SPENCER:

   ¿Hermanito?

   ¿Mi hija está pensando ya en tener hermanos?

   A este paso ella terminará por ahuyentar a Emma y es allí cuando verdaderamente me quedaré soltero.

   —Papá, que bueno que te veo de nuevo. —grita corriendo hacia mi—. Quiero un hermanito.

   "OH SEÑOR QUE ESTÁS EN LOS CIELOS".

   "APIADATE DE MI".

    ¿Qué hago?

    ¿Me escondo, corro o simplemente desaparezco? Todas esas opciones me parecen perfectas, pero ninguna las puedo llevar a cabo, ya que mi hermana, Emma, la recepcionista que acaba de volver del baño y Elizabeth, me están mirando atentamente.

   ¿En que me he metido?

    —No, no puedo darte un hermanito porque la cigüeña que los traía, ya no lo hace. —comento agachandome hasta quedar a su altura.

   Ella levanta su dedo indice y lo mueve de un lado a otro.

   —Pues dile a Emma que busque otra cigüeña, ella lo hará por mi. —me hace pucheros queriendo convencerme.

   "Dios, ten misericordia de mi, porque si te pido paciencia me darás mas pruebas".

    Miro a mi hemana indiscretamente, esperando que ella pueda ayudarme a librarme de mi hija solo en estos momentos.

   —¡Oh no, no mires a mi tía para librarte de mi. —cruza sus brazos encima de su pecho—. De todo esto —señala su rostro—. Tengo esto —señala su cabeza como diciéndome que ella es inteligente.

   Bufo y suspiro profundamente.

   No puedo librarme de mi propia hija. Que vergüenza.

    —Elizabeth, hablaré con la cigüeña, no te preocupes. —dice Emma haciendo que Elizabeth se vuelva eufórica de la alegría.

   Elizabeth de un momento a otro empieza a saltar.

    —¡Sí! Gracias mami. Si sigues así te voy a querer mas que a papi. —grita Elizabeth abrazando la pierna de Emma, mientras me mira a mi y saca la lengua en forma de burla.

   ¿Qué he criado?

   He criado a una víbora muy venenosa.

   Dios me perdone y me ayude a sobrevivir en estos largos años que me esperan.

    —¿De donde vienes? —me pregunta mi hermana cambiando el tema.

   —Acabo de buscar a Elizabeth del colegio. —miro de reojo a mi hija para quedarme con la boca abierta. Le está sonriendo muy feliz a Emma mientras que ella le acaricia el cabello.

   A la verdad que nosotros los padres sufrimos mucho.

   Cría cuervos y te sacarán los ojos.

   Ella me cambió por Emma como si yo fuese una basura.

   Estoy dolido.

   —Ya ves, te lo dije. Papá es muy celoso, pero tu no, por eso te quiero más. —expresa Elizabeth abriendo sus brazos de par en par para que Emma la abraze y así es, ella lo hace.

    ¿Obligatoriamente tengo que aguantar que me maltraten de esta forma?

   —Me voy, a mi no me quieren. —expreso caminando de espaldas para ver si Elizabeth se digna a mirarme.

MI DULCE REGALODonde viven las historias. Descúbrelo ahora