12

6.9K 649 50
                                    

¿Cómo puedo amarte en tan poco tiempo? Te has tatuado en mi corazón y en mi ser y por más que intento alejarte, vuelvo a caer en tus ojos que parecen un bello amanecer...

—Spencer Tae-moo.

EMMA:

   Dos semanas después...

   Han pasado apenas dos semanas en las que no he podido ver siquiera el rostro de Spencer. Es como si después de esa noche en su casa, se volviera un fantasma.

   Es una tortura no poder verlo y realmente suena estúpido luego de haber rechazado sus sentimientos hacia mi, pero es que fue tan insistente y estuvo cerca mio por 4 días, que para mi mala suerte, me acostumbré a él.

  Lo único bueno de todo es que todavía puedo ver a Elizabeth. Ella le da ese color a mi vida que antes no tenía.

   Despues de que ella regrese del colegio, siempre la llevo al parque a jugar con algunos nuevos amigos que ha hecho. Y, justamente hoy, estamos aquí, ella jugando y tirándose del tobogán, mientras que me la paso viendo el bonito cielo.

    "Spencer, ¿dónde estarás? Déjame verte" son mis pensamientos que delatan cuanto me gustaría verlo.

   ¿Y si le hice daño al rechazarlo? ¿Se sentirá muy mal y por eso no quiere verme?

   Maldita sea. Todos esos pensamientos abundan en mi mente no dejándome en paz.

   Bufo, estoy molesta.

   Mientras estoy pensando en lo estúpida que soy, un hombre vestido con un traje negro de tres piezas, se sienta a mi lado. Tiene que ser un rico esperando a que su hijo deje de jugar.

    Entro mi mano en mi bolsillo derecho y saco mi teléfono. Busco en mis contactos el nombre de Spencer y sin antes pensar en lo que hago, marco su número.

   Maldigo en mi cabeza. Lo estoy llamando.

   Espero pacientemente que conteste y es en eso que él teléfono que tiene el hombre que se acaba de sentar a mi lado empieza a sonar.

   Giro mi rostro para mirar su teléfono y intentando ver quién lo llama, veo que su nombre es Emma.

   OH POR DIOS.

   Levanto mi rostro y observo el perfil del hombre que pensaba que era un desconocido, pero es Spencer.

    —¿Pasa algo por el cuál usted me llama? —pregunta con voz gruesa.
 
    No parece su voz, su voz sonaba más dulce que esta.

   No le respondo, más bien me quedo viéndolo admirando su perfil por primera vez. Debería ser modelo de rostro, es completamente perfecto.

   Toso dos veces para salir de mi ensueño y eso me trae un deja vu, de cuando Spencer se quedaba mirándome y se sonrojaba, para luego toser y hacer como que no me estaba mirando.

   Cruzo mis piernas queriendo esconder la verguenza que siento de estar a su lado. No suelo ser así, pero Spencer está creando ese sentimiento en mi.

   Trago en seco intentando sacar la palabra que tengo atascada en mi garganta.

    —¿Cómo estás? —pregunto por fin, combinando la pregunta con un suspiro.

   Spencer en ningún momento me mira.

    —Bien en lo que cabe ¿y usted? —responde con demasiada formalidad.

    ¿Qué le pasa? ¿Por qué me habla de esa forma?

   Cuando nos conocimos ni siquiera allí me habló con formalidad, pero ahora mo hace de repente.

MI DULCE REGALOUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum