23

4.6K 384 78
                                    

No es un opción lastimar a las personas que por ti darían hasta la vida.

—Spencer Tae-moo.

Spencer:

   No.

   Esto no va a volver a pasar. Ella no va a jugar conmigo de nuevo.

   Coloco mis dos manos en sus hombros y la aparto de mi. Él ver su expresión me dice que algo bonito no saldrá de su boca.

   —Entonces es verdad que ya no me amas... —expresa ella agarrándose el rostro con ambas manos.

   Dios, dame paciencia.

   ¿Cómo podría dejar de amar a alguien de un día a otro?

   ¿En qué mente cabe tremenda estupidez?

   Lo que Emma desea es que le diga que la amo, pero eso no va a cambiar la situación. Realmente le acepté todas sus ofensas, pero lo que más me lastimó fue lo que sucedió ayer.

   Ya son las 5 de la mañana y todavía no me he podido ir a dormir porque ella desea hablar.

   —¿Por qué me haces esto, no ves que estoy sufriendo? —me pregunta ella sollozando.

   ¿Qué es esto? ¿Manipulación?

   —No puedo hacer esto, no. —murmuro mientras empiezo a caminar alejándome de ella.

  —Spencer ¿Qué es lo que te pasa? —me pregunta y es allí cuando no aguanto más decirle todo lo que siento y pienso.

   Me giro hacia ella y la coloco entre la pared y yo. Mis manos están cada una en la pared, no dejando ni un espacio para que pueda escaparse. Lo que le diré solo lo haré una vez.

   —Escúchame, Emma. —acerco mi rostro muy cerca del suyo—. Estoy cansado, demasiado agotado y realmente no quiero hablar con nadie, menos contigo. Tuve demasiada paciencia con todo lo que me has hecho y con todas las palabras ofensivas que me has dicho, así que creo que deberías darme aunque sea un día sin escuchar tu voz. Lo merezco.

   Ella no responde, solo permanece con sus ojos fijos en los míos.

   —Te pedí disculpas por todo lo que te dije, incluso por lo de ayer que fue lo más ofensivo. —murmura ella mientras sus ojos se cristalizan.

   Suspiro profundo.

   —Acepto tus disculpas, ahora me iré a dormir. —expreso alejándome lentamente de ella, pero Emma me vuelve a acercar a ella nuevamente.

   Ahora mira mis labios.

   —Spencer, juro que no quise decir el nombre de Sebastián mientras me hacías el amor. Él no estaba en mi mente, eras tú. —comenta desviando sus ojos a los míos.

   Cuando ella dice esto veo sinceridad.

   Puede que ella diga la verdad, pero de igual forma me lastimó escuchar ese maldito nombre en ese momento tan especial.

    —No te he agradecido por lo que hiciste. Gracias por salvarme de él, estoy en deuda contigo. —dice colocando una de sus manos en mi mejilla derecha.

   Dios.

   No puedo estar enojado tanto tiempo con esta mujer.

   No sé cómo lo hace, pero ella tiene un poder en mi que me da miedo.

   Muevo mi cabeza rápidamente hacia la izquierda y la derecha queriendo borrar mis pensamientos.

   Quito su mano de mi rostro.

MI DULCE REGALONơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ