Azar

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Katniss se soltó del abrazo tras esos segundos. Miró hacia el lado, evitando la mirada del chico, pero en el fondo sentía calidez en su pecho.

—Effie te va a cuidar bien. Vendré seguido a verte hasta que sepa qué hacer.

—Gracias, por ese abrazo.

—Ni lo menciones. Lo siento si fue un poco raro.

—No fue raro. Después de todo, ¿somos algo parecido a amigos, verdad?

Ella asintió.

—Sí. No puedo negar eso…

Él se rió de aquella fría respuesta. Aquellas pocas expresiones le parecían encantadoras en su persona. A sus ojos, Katniss era una persona superficialmente fría, pero por más que la chica tratara de verse ruda, él sabía perfectamente que era una chica de sentimientos puros como la nieve. Bien lo había escrito esa canción que entonaba en las montañas del Capitolio tiempo atrás.

Pura como la nieve, fría y limpia. En su corazón solo habitaban la nobleza y la bondad. No pudo evitar sentirse mal con el contraste de su propia persona: alguien con el corazón contaminado.

—¿Crees que la señora de las mariposas trate de asesinarme mientras duermo? —bromeó para aligerar el ambiente.

—Effie es inofensiva. Pero…puede que…

—¿Puede qué?

—Nada, nada.

—Siento que a pesar de haber huido del peligro de ser ejecutado, entré a otra arena. Viste como me miraban en ese laboratorio, y ni siquiera saben quién soy. Viste sus miradas, en serio me odian y lo merezco.

Katniss sostuvo los lados de su cara con firmeza, sin quitar su expresión estoica al hablar, pero con ligera dulzura en sus ojos. Esa acción estremeció a Snow.

—Tú…tú no lo…mereces —dijo, no sonando tan convencida como hubiera querido, pues sus ideas seguían en una lucha constante.

—¿De verdad lo crees?

Ella suspiró dejando salir su cálido aliento en contraste con el frío del exterior.

—Son muchas cosas. Desenredarlas tomará tiempo. Por ahora cuida a Ava y a ti mismo. Debo irme.

—¿Te volveré a ver pronto?

—Por supuesto. Después de todo, somos amigos.

Ella se alejó por el sendero de nieve que cubría el jardín de Effie. A Coryo le dolió el costado verla alejarse, quería decirle cosas antes.

—Katniss…

Ella se detuvo y giró al oír su nombre.

—¿Sí?

—No sé qué hice para merecer esto. ¿Sabes la suerte que tuve de que me encontré contigo a pesar del tiempo? Digo, cuáles eran las posibilidades…de que se me concediera otra oportunidad de hacer las cosas bien—admitió con toda sinceridad— Te veo y solo puedo dar gracias. Eres alguien a quien aprecio demasiado. Nadie se habría dado la oportunidad de conocerme bien antes de juzgarme. Y tienes todo el derecho a hacerlo, pero no lo haces. Así sea un siglo o un minuto…eres lo mejor que me ha…

Katniss sonrió ligeramente, sin poder evitarlo.

—No me eres indiferente, Coryo. Yo también agradezco haber tenido una nueva oportunidad de conocerte. Fue un acto de azar, pero estoy feliz de que ocurriera.

★★★

Effie le había dicho a Coryo, no con una voz muy autoritaria, que no saliera de la casa. Pero su curiosidad por ver el Capitolio de cerca era mucho más fuerte que su sentido común.

Jugando con NieveWo Geschichten leben. Entdecke jetzt