xᴠɪ. ɴᴏᴛ ʏᴏᴜʀ ꜰᴀᴜʟᴛ

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La semana había pasado muy rápido y enérgica para Narumi

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La semana había pasado muy rápido y enérgica para Narumi. No dejaba de pensar en todo lo ocurrido y sonreía constantemente como una adolescente enamorada.

Vio poco a Mitsuya a lo largo de la semana, cuando lo visitaba después de sus clases. Había otras veces en las que el chico se encontraba trabajando en su estudio y solo hablaban por mensaje.

—Quiero comer. —se quejó la castaña. —¿Compremos algo dulce para comer afuera?

Hayami la miró y no pudo negarse. —Está bien, pero luego de esto empezaré mi dieta sí o sí.

Salieron del salón de clases y se dirigieron a una pequeña cafetería para estudiantes que tenía la universidad.

—Quiero un latte macchiato con un pedazo de pastel de frambuesa. Ah, y también dos rollos de canela. —pidió Narumi al joven.

—¿De los pequeños o los grandes?

—De los grandes.

—Yo quiero un capuccino con un muffin de arándanos. —pidió Hayami.

Se sentaron mientras esperaban la comida y conversaban de temas triviales.

—Dios, necesito ese café. —bostezó Hayami. —Anoche me dormí como a las tres de la mañana por estar en mi celular.

Narumi soltó una pequeña risa. —Yo igual. Pero hoy me levanté a las seis y no tengo sueño la verdad.

Su amiga frunció el ceño. —¿Por qué te levantaste a las seis?

—Mi departamento estaba desordenado y me desperté pensando en que debía hacer aseo. Pero estoy perfecta, podría seguir por...

Fue interrumpida al ver que llegaba el joven con sus órdenes.

Sonrieron al ver la comida y cambiaron el tema de conversación completamente

—Sabes... sé que no tiene sentido preguntarte, pero lo intentaré de todos modos porque eres mi amiga y me gusta tu compañía. —Hayami se tomó una pausa. —Con algunas chicas de dibujo esquemático saldremos a un club esta noche, y quería que fueras. —sonrió con los ojos entrecerrados, temerosa a la respuesta.

—Está bien. —la castaña siguió comiendo de su pastel.

La chica se quedó observándola sin procesar aún la respuesta. —¿Está bien? ¿O sea sí? ¿Irás?

—Claro. —afirmó ella sin pensarlo.

El rostro de Hayami se iluminó y sonrió soltando un chillido. —¡Namiiii! ¡Será muy divertido! —exclamó.

Narumi sonrió. —¿A qué hora vamos?

 —¿A qué hora vamos?

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the way you are - takashi mitsuyaWhere stories live. Discover now