xᴠɪɪɪ. ʜɪꜱ ᴡᴏʀʟᴅ

96 18 4
                                    

—¿Y cómo ha estado Mitsuya-kun? —preguntó la madre de Narumi con una sonrisa mientras almorzaban

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Y cómo ha estado Mitsuya-kun? —preguntó la madre de Narumi con una sonrisa mientras almorzaban.

—Bien, ha estado trabajando mucho con el tema de la revista. Pero en unos días es la presentación, ya está casi terminado. —le comentó.

La mujer sonrió achinando los ojos. —Me alegro por él. De seguro le irá bien.

Ya llevaban un rato comiendo y hablando de temas triviales, actualizándose un poco en la vida de ambas y disfrutando de la buena comida. Narumi pensó que sería peor, que estaría mucho más incómoda y que querría irse lo más pronto posible, pero no estaba siendo tan malo. Los rayos de sol entraban por las ventanas de la cocina, y las hojas de los árboles se movían haciendo un sonido relajante.

—Nami.

—¿Hm? —la miró.

—Te ves un poco cansada. —dijo preocupada. Notó sus ojos cansados y su actitud un poco decaída.

Sus labios se curvaron levemente y suspiró. —Sí, solo tengo sueño, no he dormido muy bien... creo que tuve un episodio maníaco.

Su madre arqueó las cejas. —¿C-crees? ¿Cómo estás? ¿Pasó algo malo?

—Nada grave mamá. —sonrió. —Lo usual. Nada como aquella vez. —miró su plato.

Aclaró su garganta. —Qué bueno...

Se quedó en silencio sin saber que más decir. Sentía este constante temor de que cualquier cosa que dijera arruinaría todo.

—Mamá, yo... quería hablarte sobre algo. —dejó sus palillos en el plato una vez acabó con la comida.

Ella imitó su acción y le prestó atención. —Claro.

—Bueno, yo... no sé qué quiero. No sé qué te quiero pedir con esto ni que quiero conseguir, solo lo diré porque creo que es lo mejor. —tragó saliva, ya podía sentir el nudo en su garganta formándose. —Primero, te quería pedir perdón. Por las veces que peleábamos hace años luego de la muerte de papá. Por todas las veces que pude haber sido mala hija, y fui agresiva.

La mujer se sorprendió un poco por el tema del que hablarían. Nunca más hablaron de eso, y le dolía el pecho al escuchar a su hija decir esas cosas con su voz quebrada y sus ojos conteniendo las lágrimas.

—Creo que nunca pude sanar bien, mamá. Es como que algo siempre quedó inconcluso a pesar de que nos disculpamos en el momento. Y no entiendo... no sé si soy inmadura por esto. Por hablar de cosas que pasaron hace años y tal vez no son relevantes. Pero necesitaba decirlo, porque ya... ya no sé qué hacer con esto...

—Narumi. —se puso de pie para ir a abrazarla. —Es mi culpa. —su vista se volvía borrosa cuando se juntaban las lágrimas. —De verdad lo siento mucho. Yo podría haber hecho mucho más, podría haber iniciado una conversación, podría haberte escuchado más y hacer todo lo que tú estás haciendo ahora. Eres una mujer valiente y amable, Nami. Estoy muy orgullosa de lo que te has convertido y lo siento. Lo siento por no haber estado para ti cuando lo necesitabas.

the way you are - takashi mitsuyaWhere stories live. Discover now