Narumi Ishikawa es una joven en sus 20's que ha tenido una vida llena de altos y bajos que soportó por su cuenta, solo ella. Siempre fue mala para expresar muy bien como se sentía, y nunca se sintió a salvo con nadie para hacerlo. Las cosas empiezan...
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El cabello castaño era iluminado por los rayos del sol mañanero, mostrando sus tonos rojizos y rubios, posado sobre el rostro de la chica que dormía placidamente. Su rostro estaba apoyado en su almohada y su brazo alcanzaba a llegar al torso desnudo del chico que la observaba con admiración.
No llevaba mucho observándola, pero deseaba despertarla y así ver el abrir de sus ojos profundos. Llevó una mano a su mejilla, acariciándola suavemente y despejó su rostro, dejando unos mechones de cabello detrás de su oreja.
—Na-mi... —susurró suavemente con ternura.
Soltó una leve risa al ver que no despertaba y como arte de magia la chica abrió sus ojos. Los apretó instantáneamente, sensibles a la luz de la habitación, y se llevó una mano a estos mientras se estiraba.
Se acomodó nuevamente y abrazó más de cerca al chico, cerrando los ojos y disfrutando el calor de su cuerpo.
Mitsuya soltó una risa y dejó un beso en su frente.
—Narumi, publicaron la revista. —dijo en voz baja.
—¿Qué revista? —dijo media dormida y escondida en su cuello.
—La revista... de Vogue.
Le tomó un par de segundos para que sus neuronas hicieran sinapsis a esa hora de la mañana y se alejó para mirarlo a los ojos repentinamente.
—¿La publicaron?
Él sonrió. —Sí.
Se sentó rápidamente en la cama y se aferró a una almohada con emoción como una niña pequeña.
—¿Dónde está? ¡Quiero verla!
Mitsuya se sentó y tomó su celular para buscar la publicación y mostrársela, con la misma emoción de que ella lo viera.
La castaña abrió sus ojos como platos y se llevó una mano a la boca al ver a Hakkai en la portada, usando uno de los atuendos que había confeccionado Mitsuya, con un título en grande sobre la temporada y el diseñador.
—Diseñador emergente Mitsuya Takashi nos muestra su colección de primavera del año, con una variedad de colores y texturas. —leyó una parte que estaba escrita en una fuente pequeña a un costado. —¡Takashi! ¡Esto está genial! —dijo mirándolo y tomándolo del rostro.
—¡Lo sé! Narumi... nunca pensé que esto me pasaría. —le confesó con una sonrisa y un poco de emoción mezclada con nostalgia.
Ella lo abrazó por el cuello y él le correspondió pasando sus brazos por su cintura.
—Takashi... llegarás mucho más lejos. De verdad... estoy muy feliz por ti. —sonrió.
Él cerró sus ojos y disfrutó el momento. —Tu igual, Nami...
La chica se separó nuevamente y besó sus labios. —Te amo.
Él sonrió y le dejó otro beso. —Te amo, Narumi. Nunca terminaré de agradecerte por todo lo que me has hecho sentir.
