Al ingresar al departamento, Jennie cerró la puerta tras ella, notó aún la molestia de Lisa, dejaba de mal humor su chaqueta en el sillón y abría la refrigeradora en la cocina, cerrándola algo fuerte para luego beber de una lata de refresco. Se apoyó de espaldas en el taburete y acabando rápidamente con su bebida, respiró profundo.
Sintió la mano de Jennie en su nuca otra vez, y ella cerró los ojos, tenía la cabeza gacha. La castaña daba masajes, miraba atenta sus expresiones de la pelinegra y notaba ese semblante triste.
_Perdón - Lisa se enderezó, evitaba su mirada pero Jennie lo notó, sus ojos estaban cristalinos - debo arreglar la cama para tí - pasó frente a ella y se dirigió a la habitación.
Jennie fue tras ella, se quedó en el umbral de la puerta, viendo a Lisa de espaldas poner una sábanas más gruesas por el frío que estaba haciendo. Notó que se quitaba las lágrimas, tratando de disimular.
_Lisa...
_Ya casi termino - respondió.
_Lisa...primero debemos de comer...
_Ah, sí. Perdón, iré a cocinar - nuevamente evitaba su mirada, pasó a un lado de Jennie pero ella la sostuvo de su mano - ¿Qué pasa?
_Eso me pregunto - respondió tranquila, con un tono de voz suave - ¿Qué es lo que pasa, Lisa?
_No pasa nada - rió nerviosa - debo cocinar, debes comer.
_Si necesitas desahogarte...estoy aquí, ¿Sí? Puedes contarme lo que te aflige - tímidamente llevó su mano a su mejilla, acariciando. Lisa no sabía cómo reaccionar ante su acto - no siempre debes ocultar lo que sientes, a medida que pasa el tiempo...eso te afecta, como ahora...
_Es...algo difícil de contar...- bajó la mirada.
_¿Quieres contarme? - sostenía su mejilla aún, Lisa asintió con vergüenza - ¿Te parece si cocinamos primero y a la hora de dormir me lo cuentas? Tengo mucha hambre - Lisa sonrió divertida junto a Jennie, asintiendo.
Esta vez cocinaban juntas, Jennie tenía puesto el mandil de gato de Lisa y ella usaba uno igual pero de color negro. Lisa tuvo que abrazar a Jennie de inmediato y protegerla cuando la sartén se encendió por completo de fuego y luego se apagó a los pocos segundos. Ambas vieron asustadas y luego comenzaron a reír, la pierna de pollo que Jennie estaba friendo, estaba quemado.
Esta vez era Lisa quien se encargaba de freír y Jennie preparaba el jugo de papaya mientras vigilaba el arroz. Sería una cena rápida porque ya era tarde. Los platos fueron servido a los pocos minutos. Un plato de arroz, pollo frito y ensalada encima, junto a una crema casera que Lisa tenía en su refrigeradora hecho por ella misma.
Llevaron la comida a la cama junto a una charola y Lisa encendió la televisión. Ambas comían juntas viendo una película. Pero Lisa miró como Jennie tomaba discretamente un pedazo de su pollo con su tenedor, y lo ponía con disimulo sobre su propio plato. Jennie lo llevó a su boca y seguía comiendo con la mirada a la pantalla.
Jennie volvió a intentar robar el pollo de Lisa, pero no sintió nada, bajó la mirada a observar y notó la pieza de pollo de Lisa, ahora en su plato. Observó a Lisa y ella comía su arroz con una sonrisa. Intentó regresar el pollo pero Lisa la detuvo de su mano.
_Come - pidió con voz suave - es para tí.
_Pero...solo quería una pequeña parte - ahora se sentía culpable de que Lisa no comiera.
_Es para tí, Jennie - sonreía - para tí y para el pequeñito - señaló - no tengo problemas, come - pero Jennie aún no estaba segura de aceptar. Lisa tomó un pedazo de carne con los palitos y lo llevó a la boca de Jennie, ella la miró curiosa - abre.
