Capítulo 12

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Jennie estaba frente a la universidad, sus padres habían ido a dejarla para su viaje en el campo. El autobús esperaba a un lado, ya muchos iban subiendo y faltaban diez minutos para que salga. Pero sus padres aún no le permitían subir, le entregaban todo lo que ellos creían necesario para el viaje y ella los esperaba con la mochila abierta.

_¿Un botiquín? - preguntó Jennie, incrédula - mamá, creo que allá habrá un botiquín, ¿No?

_Tú solo abre bien la mochila, Jennie - mandó su padre - aquí tienes tu agua por si tienes sed, te estoy enviando dos botellas, no las pierdas - lo metía en la mochila.

_Y por si te pican los mosquitos - terminaba su madre, había colocado una botella de repelente contra insectos.

_Bueno - Jennie alzaba la mochila - no es tan pensado como creí.

_No somos unos irresponsables para hacerte cargar algo tan pesado estando en tu estado - respondió su padre - procura comer a tus horas.

_Y no hables con extraños - recomendó su madre - menos si te dan una mala sensación.

_No te alejes del grupo, Jennie - su padre la ayudaba a ponerse la mochila - y usa esta gorra para el calor - se lo puso en la cabeza con cuidado.

_¡Oh! ¡El bloqueador! - se inclinó dentro del auto, sacando la botella de bloqueador de su bolso - debes cuidar tu piel - lo agregó en los bolsillos de lado de la mochila.

Lisa se acercaba a pasos tranquilos, sus amigas ya estaban dentro del autobús y solo quería saber cómo estaba Jennie para poder viajar más tranquila.

_Buenos días - Lisa saludó, los tres giraron a ella - solo quería saber si-

_¡Aquí estás! - fue jalada del brazo por la mayor. El señor Kim le colocó una nueva gorra y la señora le entregó un botiquín tan rápido que casi no lo sostiene.

_Pero...- levantó la gorra, le había tapado hasta los ojos - yo solo quería saber si-

_Cuando estés en ese restaurante procura peinarte bien - la mayor abrió su mochila, metiendo un peine, un gel, un spray y suavizante en seco para el cabello que su esposo le iba pasando - tienes que verte bien, quizá es una prueba y no solo una práctica. Esos profesores son muy pillines.

_Aquí tienes tu agua, son dos y son botellas de mi hogar, así que no los pierdas - se los pasaba a su esposa y ella los metía.

_Y unas barras energéticas para que no te canses - avisó la señora mostrando las barras antes de meterlos.

_A mí no me dieron barras - se quejó Jennie.

_Yo te las doy - Lisa estaba por quitarse la mochila, pero el señor Kim levantó en alto su mochila junto con ella, haciendo que Lisa a penas toque el suelo.

_Mi esposa te dió esas barras a tí, así que te las comes - advirtió el señor Kim.

_Sí, señor - asentía mientras su cuerpo se balanceaba.

Lisa fue dejada en el suelo y la mayor le entregó una caja de barras a Jennie.

_Cuidense bien, coman toda su comida y estén concentradas en su trabajo - pidió la señora Kim.

_Las estaré llamando para saber cómo están, pero si están ocupadas avísenme hasta qué hora puedo llamar - pidió el mayor.

_¡TODOS A LOS AUTOBUSES! ¡YA NOS VAMOS! - dieron el aviso.

_Jennie - Lisa se acercó deprisa a la castaña - ¿Estás bien? ¿Los síntomas siguen igual?

_Como siempre...- suspiró - espero no vomitar en el bus - rió levemente.

¡No Es Mío!Where stories live. Discover now