Capítulo 16

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El momento alegre que habían compartido durante esos días, ahora parecía haber cambiado de manera tan rápida. Lisa había ingresado a casa y trató de evitar cruzar miradas con Jennie. Le dijo que iba a preparar la cena y se dirigió a la cocina. Parecía muy incómoda. Ninguna decía nada, solo comían en silencio una frente a la otra.

El celular de Lisa vibró ante un mensaje, Jennie observó de reojo, curiosa. Lisa se puso de pie y se mantuvo en silencio, como si dudara en decirle.

_Iré...a cuidar a mi sobrino por unas horas. No sé si quieras venir conmigo, no quisiera dejarte sola.

_¿A dónde? - respondió por lo bajo.

_A casa de Nia. Jung está llorando mucho y ella no puede hacer todo, ni cocinar. Está muy cansada y...no me molesta cuidar a mi sobrino. Quiero ir y verlo.

_Creo que mis padres vendrán mañana.

_Por eso te pregunto si quieres venir...- Lisa se acercó al sillón, tomando su bolso - estás embarazada y...no puedo dejarte sola, pero tampoco puedo insistir si no quieres. Cual sea la respuesta...mi sobrino me necesita.

Jennie estaba pensativa, no quería ir, pero sentía que sería una egoísta el pedirle que no vaya, sería algo muy cruel al saber que su sobrino está enfermo. De todo modos...esa duda sobre el helado seguía allí, era lo que más la incomodaba.

_Iré contigo...- respondió Jennie - así podría ayudarte.

_Está bien - se dirigió a la puerta.

_Lisa, sobre el beso...- la pelinegra detuvo su paso, pero no giró - lo siento, no debí besarte.

_Hablemos de esto mañana, Jennie. Por favor.

La castaña asintió, entristecida. Fue tras ella y apagó las luces, cerrando la puerta. Fueron en el auto de su padre y a los pocos minutos, estaban frente a un departamento. No era tan limpio el lugar, parecía una zona poca cuidada y de pocos recursos.

Subieron al piso correspondiente, a penas iban llegando y el llanto de Jung ya se escuchaba. Lisa tocó la puerta, Nia abrió y ambas vieron su rostro, tenían grandes ojeras y se notaba cansada, parecía que había llorado.

_Gracias por venir...- ambas ingresaron, el lugar estaba desordenado, los juguetes tirados a un lado - ¿Puedes cargar a Jung un momento? Yo...necesito echarme, solo unos minutos, por favor.

_Sí, claro - Lisa cargó al bebé.

Al parecer a Nia no le había sorprendido la llegada de Jennie, pero sí le sorprendió ver su barriga. No dijo nada y se dirigió a su habitación. Notaron que caminaba con debilidad, como si estuviera a punto de caerse.

_Voy a cocinar algo - pronunció Jennie a Lisa, ella asintió mientras caminaba tratando de calmar al bebé.

_Nia - Lisa detuvo, ella giró antes de cerrar la puerta de su habitación - ¿Dónde está la medicina de Jung? ¿Qué es lo que tiene?

_Es su estómago...la medicina está en los cajones al lado del sillón...- respondió cansada. Lisa asintió y Nia cerró la puerta.

Pasó un largo tiempo en el que Lisa cuidaba a Jung, le había dado su medicina y parece que el dolor había bajado, pero sus lágrimas seguían cayendo. El bebé se aferraba a Lisa, así como se aferraba a Nia, solo quería estar cerca de alguien y sentirse seguro.

Lisa hacía masajes suaves en su vientre, el bebé la miraba mordiendo su manita mientras Lisa cantaba de manera suave. Jennie dejó la comida y el agua de manzanilla en la mesita del centro, había hecho lo que pudo con los pocos ingredientes que había. Al parecer Nia no estaba por un buen momento económico.

¡No Es Mío!Where stories live. Discover now