¡No Es Mío!

Capítulo 30

Los gritos de Jennie llenaban la habitación, estaba en pleno parto. Su madre se encontraba a su lado, preocupada por el desespero de la castaña. Sus piernas se removían, sus manos apretaban la sábana con fuerza, vacilantes, como si tratara de alguna manera escapar de aquel sufrimiento.

Sus lágrimas caían por el insoportable dolor, pero había algo más que también era motivo de esas lágrimas, Lisa no estaba allí...no estaba a su lado. El dolor no solo era físico, también era emocional, Lisa no salía de su mente y suplicaba en su interior tenerla con ella ahora mismo, pero sabía que era imposible.

En ese instante, Lisa se encontraba inconsciente por la anestesia, con un delgado tubo en su boca, con su rostro metido en un pequeño agujero en una camilla mientras operaban en su espalda.

Jennie gritó entre lágrimas ante el primer intento de empujar al bebé. El corazón de Lisa aumentó sus latidos en ese mismo instante.

_Doctor...- uno de los asistentes pronunció, extrañado - su corazón...aceleró un poco sus latidos - veía la máquina a su lado.

_¿Pasa algo? - interrogó.

_Sus signos están bien, no parece algo físico - revisaba con duda - su presión está bien, tiene oxígeno - observó de nuevo, ya estaba regresando a la normalidad - parece que se calmó.

Jennie hizo el segundo intento, sus manos se aferraron a los brazos de su madre, su rostro se ocultó en el borde de la camilla, gritando.

_Allí está otra vez...- comentó el asistente - volvió a latir de manera fuerte, ¿Debemos preocuparnos?

_Tú - señaló a otro - investiga si hay alguna anomalía.

_Sí, doctor.

_Nosotros sigamos en esto - continuaron con la cirugía.

Jennie estaba enrojecida por el esfuerzo, sentía que su interior se rompía y no podía dejar de gritar, sentía que iba a morir, solo quería que todo termine.

_Lisa...- pronunció en un sollozo. Los ojos de su madre se cristalizaron al escucharla.

El trabajo de parto estaba siendo largo. Cada intento de empujar, era como un desgarro más, tan doloroso, que por un momento pareció que iba a perder la conciencia.

Los latidos de ambas se sincronizaron, latiendo con la misma fuerza, con la misma intensidad. Los doctores al rededor de Lisa buscaban alguna explicación, no sabían si preocuparse, no encontraban algo perjudicial. Jennie lloraba, muchas veces pronunciando su nombre en murmullos, desesperada en tenerla a su lado.

Hizo un intento más tensando su cuerpo, pujando con fuerza. Su cabeza cayó sobre la camilla, exhausta, desorientada.

_Jennie - su madre sostuvo sus mejillas, preocupada - hija, hija responde - pidió - hija - Jennie respiraba jadeante, su rostro llena de lágrimas, sus latidos estaban muy acelerados. Cerró los ojos en un sollozo, cuando escuchó el llanto del bebé llenar la habitación - ya nació - besó su frente, ella también sollozando - tu pequeña ya nació.

Jennie seguía llorando, siendo abrazada por su madre. Veía como metían a su bebé en una incubadora y se la llevaban. Le habían avisado con anticipación que lo harían al instante en el que nazca, debía estar con muchos cuidados y revisarla con más detalle por nacer mucho antes de los nueve meses. La había visto solo unos segundos a la distancia, y era tan pequeña, tan irreal.

Observó por la ventanilla de la puerta, y cuatro rostros se asomaban. Jisoo, Rosé, Momo y Moonbyul saludaban sonriendo con tristeza, mostrando de cierta manera su apoyo.

Moonbyul había ido a pagar los últimos detalles para Lisa, cuando se cruzó con la madre de Jennie caminando a pasos rápidos preocupada, allí le avisó de manera rápida que Jennie ya iba a dar a luz.