Atracción indebida 🔞 (TERMINADA)

La hipócrita cena

POV SAKURA

Al día siguiente

Lo primero que ha venido a mi mente nada más abrir los ojos, ha sido la cena con Don estirado, sí, es hoy, pero no me apetece en absoluto estar presente, sin embargo, no me queda otra si no quiero bronca con mamá.
Me dirijo a la cocina, y como siempre, ya se ha largado, su trabajo es una mierda, trabaja de asistente en una pequeña oficina, hace más horas que un reloj y encima le pagan una miseria, lo justo para subsistir, suerte que con la ayuda de mi sueldo salimos adelante. Cuando vivíamos con papá todo era más fácil, él trabaja como detective privado y se gana muy bien la vida, pero lo gracioso del caso, es que la tipa con la que está ahora, Rin Nohara, fue su clienta, contrató sus servicios porque al parecer su marido le ponía los cuernos, y mira por donde, la que terminó haciéndolo fue ella, pero con mi padre.

¿Qué ironía, verdad...?

*

Ahora soy yo la que me voy al trabajo, lo hago en una peluquería con mi mejor amiga, Temari, pues desde que colgué los estudios que no había hecho nada de provecho. Con todo el tema de mi padre pasé por una profunda depresión, estábamos muy unidos, pero ahora todo se resume en dos llamadas al mes y si algun día nos vemos puedo darme por contenta.

Antes de salir de casa le pongo la comida a Toby, nuestra mascota, es un gato persa de color blanco como la nieve, y si no fuera porque yo lo alimento, el pobre felino ya habría muerto de inanición, definitivamente mi madre pasa de todo, solo le faltaba echarse otro novio para que su mente esté más distraída de lo que ya está normalmente.

●°●°●°

—Hola, Tem. ¿Hay muchas clientas para hoy? —le pregunto a la rubia cuando cruzo las puertas de la peluquería.

—Bueno... lo justo para echar el día. ¿Qué tal el finde, Saku? —pregunta curiosa.

—El sábado salí de fiesta con Naruto y sus colegas, pillamos una buena borrachera y ayer me levanté hecha polvo —contesto entre risas.

—¿Cuándo te vas a decidir?, ya sabes...

—No te pillo, Tem. ¿A qué te refieres...? —creo que sé por dónde va, pero me hago la tonta.

—Hablo de Naruto, sabes que está loquito por tus huesos. ¿No crees que deberías darle una oportunidad...? —pregunta seriamente.

—¡Oh, venga!, lo hemos hablado muchas veces, lo mío con él es solo sexo ocasional, nada más, no estoy lista para una relación, a duras penas me entiendo conmigo misma.

—Yo solo digo que lo pienses. Naruto es un buen chico y te ayudaría a sentar un poquito la cabeza, además, hacéis muy buena pareja —la rubia insiste.

—No sé...

Ruedo los ojos mientras cuelgo la chaqueta y dejo el bolso en el perchero, y al hacerlo, puedo observar como las dos primeras clientas ya esperan fuera con cara de pocos amigos, pues hablando con Tem se nos ha echado la hora encima.

*

El día ha pasado deprisa, más de lo que hubiera querido,  tengo que volver a casa y solo de pensar que tengo que verle la cara a Don estirado... me dan ganas de dormir en la calle. Entro y el olor a comida se cuela en mis fosas nasales, si hay algo que no puedo negar, es que huele delicioso, por un momento cierro los ojos y sonrío al recordar cuando éramos una familia y mi madre hacía platos sofisticados todos los días, pero mis pensamientos se van a la mierda cuando avanzo hasta la cocina y la imagen que veo me produce auténtica repulsión.

Mientras mi madre está en los fogones, Don estirado se encuentra detrás suyo besuqueándola por todo el cuello, por lo que me aclaro la garganta y los dos se giran al instante separándose ipso facto.