Atracción indebida 🔞 (TERMINADA)

Coacción

POV SASUKE

Estoy de camino a la consulta, y siendo sincero, no me apetece lo más mínimo acudir, la sesión de sexo con Sakura me ha dejado realmente exhausto. Sé que no tendría que haber ocurrido nada de esto entre nosotros, pero ha pasado, mi voluntad ha cedido a mi autocontrol y la he cagado, sin embargo, no me arrepiento en absoluto. Esa bruja de cabellos rosados es como una llama ardiendo invitándome a apagarla continuamente, y si tengo que quemarme en el infierno por pecar con su cuerpo, que así sea.

Ahora que vivimos bajo el mismo techo me costará más reprimirme, pero ya buscaré la forma de satisfacer mis necesidades con ella. Luego está el tema de su amiguito, ese despreciable e insignificante niñato de cabellos rubios, al cual tengo que quitar del medio, tan solo de pensar que vuelva a tocar lo que es mío, me hierve la sangre.

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POV SAKURA

Por fin Sasuke se ha largado a la consulta, ahora mismo estoy metida en la bañera con el agua hasta las orejas, me siento sucia y despreciable, pero sobretodo, mala hija. Sé que la relación con mi madre no es un camino de rosas, pero eso no me da derecho a joderle la vida de esta manera, pues desde que papá la dejó, no ha sido la misma. Bueno, antes no es que nos lleváramos bien, pero sí mejor que ahora. Desde entonces, ha estado con cuatro hombres y todos ellos se han aprovechado de ella, le han sacado el dinero y si te he visto no me acuerdo, pero nunca en la vida había sucedido lo que ha pasado ahora, y yo tengo claro que no quiero ser partícipe de su desgracia.

Evidentemente tengo mi parte de culpa, negarlo sería mezquino e hipócrita, pero no sé qué me ha pasado, Sasuke ha jugado bien sus cartas. El muy cabrón se ha dado cuenta de mi atracción hacia él y se ha aprovechado de la situación, pero, ¡Se acabó!, no pienso volver a dejar que me ponga las manos encima.

*

Salgo del agua arrugada como una pasa, incluso me parece haber perdido la noción del tiempo, por lo menos ha pasado una hora desde que me he metido dentro de la bañera. Me estoy secando, cuando de pronto, suena mi teléfono, seguro que es Naruto, no sé como se lo monta pero tiene el don de la oportunidad, así que a regañadientes me acerco a la mesita, y efectivamente, así es, se trata del rubio.

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Por teléfono

—Hola, Naruto. ¿Cómo sabías que no estaba en la peluquería?, nunca me llamas a estas horas —pregunto un poco confusa.

—Pues... he pasado a verte por allí y he visto la persiana cerrada. ¿Ha pasado algo?, estaba preocupado por ti —ahora sí que me siento como una mierda.

—No, tranquilo, todo está bien. Temari tenía gestiones que hacer y ha decidido no abrir por la tarde.

—De acuerdo, ya me quedo más tranquilo. Por cierto...

—Dime —contesto antes de que termine.

—¿Estás sola en casa?, lo digo por si te apetece repetir lo de anoche... ¿Estuvo genial, no crees? —pregunta de forma pícara.

—Aam... sí, estoy sola, pero no me apetece. Si quieres podemos ver una película y hacemos palomitas —el silencio al otro lado me deja desconcertada.

—¿Peli y palomitas? ¡Genial!, todo sea por estar contigo un rato —soy lo peor, pienso interiormente.

—Pásate en diez minutos, si quieres.

—Ok, ahora te veo —Naruto corta la llamada.

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Me siento en la cama y abrazo mis rodillas, pobre Naruto, me sabe tan mal por él... ojalá pudiera corresponderle, pero no puedo, lo he intentado con todas mis fuerzas, pero sé que nunca pasará de una simple amistad aunque tengamos sexo esporádico.