House of The Dragón 🐲 † ||• One-Shots• || † 🐲

•Jacaerys Velaryon

Tutor/autor: idkyetxoxo

Resumen: Su incapacidad para estar de acuerdo a menudo conduce a discusiones y desdén mutuo, que con frecuencia escala a una intimidad imprudente, ya que ambos están ansiosos por dominar y ejercer control, pero ¿qué sucede cuando, un día, son sorprendidos en el acto?

Advertencias: Contenido sexual (¡¡obscenidad!!), ser pillado en el acto, lenguaje fuerte

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Jace: Debemos actuar- declaró Jace, su voz urgente y sus ojos ardiendo con intensidad.

Rhaenyra le lanzó una mirada severa, su expresión era una máscara de frustración contenida. La guerra había provocado feroces disputas dentro de la familia, pero su vínculo de alguna manera resistió la tensión.

T/N: No podemos apresurarnos- intervine, poniéndome del lado de Rhaenyra. Jace puso los ojos en blanco, la exasperación evidente en su comportamiento.- Simplemente deseo hacerte entrar en razón- respondí con calma.

Rhaenyra suspiró profundamente, el peso de las disputas del día visiblemente cansándola. Sin otra palabra, salió de la sala del consejo, dejándonos a Jace y a mí solos en el espacio cavernoso, la tensión entre nosotros era palpable.

Cuando la pesada puerta se cerró detrás de ella, Jace se giró para mirarme completamente, su expresión se endureció.

Jace: ¿Te complace contradecirme en todo momento?- exigió.

Me encontré con su mirada fijamente.

T/N: No me complace, Jace, pero alguien debe moderar tu impulsividad con precaución.

Su mandíbula se tensó, los músculos trabajando mientras luchaba por contener su ira.

Jace: ¿Y crees que eres tú quien debe hacer eso?"

T/N: Sí- respondí con firmeza. - Porque me importa el resultado de esta guerra tanto como a ti, y me niego a vernos tomar decisiones imprudentes que podrían costarnos todo.

La habitación cayó en un pesado silencio, el aire estaba cargado de conflictos no resueltos. Sus ojos se clavaron en los míos, agudos e inflexibles.

Jace: Eres insoportable- escupió, acercándose, con el pecho agitado por la frustración.

T/N: Y tú eres imposible- respondí, mi respiración se aceleró.

Estábamos a centímetros de distancia, el calor entre nosotros era casi tangible. Sus manos se cerraron en puños a los costados.

Jace: ¿Por qué siempre tienes que desafiarme?

T/N: Porque necesitas que te desafíen- espeté, acercándome aún más hasta que casi nos tocamos. - Eres demasiado imprudente, demasiado impulsivo.

Jace: Y eres demasiado testaruda- gruñó, su aliento caliente en mi cara.

La tensión llegó a un punto de ebullición. Sin pensarlo, nos abalanzamos el uno hacia el otro, chocando nuestras bocas en un beso ferviente. Era feroz, hambriento, alimentado por toda la ira y la pasión reprimidas que teníamos en nosotros. Nuestras manos vagaban con urgencia, los dedos clavándose en la carne mientras luchábamos por el dominio.

Tropezamos hacia atrás y derribamos una silla en nuestro frenético abrazo. Sus labios recorrieron mi cuello y jadeé, acercándolo más.

El mundo exterior dejó de existir, solo quedó el calor de nuestros cuerpos y la desesperada necesidad de consumirnos unos a otros.