dieciséis - 2014

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dieciséis – 2014

            —¿Así que dices que no debería acercarme? —susurra Liam en su teléfono, revisando cada cinco minutos si Zayn se acerca el coche. Ahora esta estacionado fuera de su bloque de pisos, esperando a que Zayn salga para que puedan ir a trabajar. Es ridículo; han estado allí por más de diez veces y aún no saben lo que están buscando. La oficina les dijo que investigaran en caso de que algunos artefactos estuvieran enterrados allí, y si no los había, el gobierno podría construir un nuevo hospital allí. Todo le parece una mierda a Liam, y él prefiere simplemente pasear, no hablar y escuchar a Zayn siendo curioso por todo y preguntándole a Angela- que señora más espeluznante.

—Haz lo que creas que es mejor —suspira Sophia a través del teléfono. El sol no ha salido todavía y aquí tiene a Liam llamándola sobre un chico estúpido—. Sólo trata de ser amable. No seas grosero y no le contestes bruscamente otra vez, él merece un poco de respeto —y con eso, ella cuelga.

Liam suspira; no es como si él quisiera actuar y sentirse de esta manera hacía todo y todos, construyendo sus muros para que nadie pueda acercarse a él, para que pueda permitir a todo aquel que quiera y sin darles una oportunidad a las personas. Y no es como si él hubiera sido así siempre. Se recuerda a sí mismo hace años, cuando aún estaba en la secundaria y estaba experimentando con chicos y chicas. Y entonces Joshua llegó.

Ah, Joshua. Alto, musculoso, él misterioso Joshua siempre solía hacer que las pequeñas rodillas de Liam temblarán cada vez que caminaba junto a él en la escuela o generalmente cuando estaba en la misma habitación que él. Y Liam, no era nada como él; pequeño, de cabello rizado, frágil y tímido, Liam siempre estuvo seguro de que nunca iba a hacer que Joshua lo notara. Pero las cosas cambiaron, y pronto, Liam estaba orgulloso de llamarse a sí mismo uno de los 'mejores amigos' de Joshua. Y tal vez quería más; y tal vez, Joshua le dio más. Y tal vez, Liam amaba a Joshua; pero tal vez Joshua no lo amaba a él.

—Oye Liam —rió entre dientes Joshua, lanzando su brazo alrededor del hombro de Liam. Estaban en la casa de Joshua, sus padres se habían ido de vacaciones, y -para el gusto de Liam- habían sido amigos por mucho tiempo y algo más por no tanto—, ¿alguna vez has besado a un chico?—

Él joven Liam se movió incómodo, con los dientes mordiendo su labio inferior por la tensión— Y-Yo- no. ¿Es, es eso malo?

—No, no lo es —volvió a reír Joshua, deslizando el pulgar en el labio inferior de Liam—, pero pensé que podríamos cambiar eso, ¿uh? — Entonces Liam pudo sentir los labios de Joshua en los suyos, duros, enojados, masculinos. Fue una sensación que nunca había sentido antes; no era exactamente placer o un nudo en su estómago. Fue alivio; había estado esperando tanto tiempo para que los labios de Joshua tocaran los suyos que ni siquiera le importo averiguar cómo Joshua se había dado cuenta de que él era gay.

La misma noche en que besó a Joshua fue la misma noche en que Liam perdió su virginidad. No era en absoluto lo que esperaba, o cómo lo había imaginado; él quería que fuera lento, íntimo, quería sentir todo su cuerpo en llamas, para ser salpicado de besos, para que Joshua lo persuadiera y le murmura cosas dulces al oído. Joshua, sin embargo, nunca había escuchado hablar probablemente de esas cosas. Fue duro, rápido, doloroso, y Liam odiaba la forma en que el semen de Joshua lo llenaba, sintiéndolo contra sus paredes, ya que Joshua ni siquiera consideró la opción de usar un condón. Cada vez que intentaba tocar su miembro adolorido, el otro chico apartaba su mano de un manotazo, y siempre le daba tirones a su cabello bruscamente, hasta que Liam gritaba. Después de eso, no podía sentarse correctamente durante una semana, con el trasero rojo y adolorido porque no estaba preparado e incluso el mero pensamiento de hacerlo de nuevo hacía que su trasero picara. Pero todo estaba bien, porque Joshua lo había besado y él era su novio ahora.

Sweeter Than Heaven |l.s.| EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora