veintidós - 2014

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veintidós – 2014

            —Yo no quiero entrar —admite Zayn al segundo de haber pasado la puerta principal del edificio. Los brazos de Liam están alrededor de sus hombros, sujetándolo con fuerza, haciéndole sentir al menos un poco protegido. Sus dedos están golpeando ligeramente las manos de Liam nerviosamente, sus dientes están castañeando, tanto por el frío y el miedo que está tragando lentamente su cuerpo—. ¿P-Puedes sacar t-tu encendedor? —ñe pregunta a Liam cortésmente.

—Sí, amor —una sensación de calor se propagó a través del cuerpo de Zayn. Escucha algo arrastrarse; Liam está en busca del encendedor en su bolsillo, y la mano ha desaparecido durante diez segundos del costado de Zayn, pero para Zayn, se siente como un siglo hasta que Liam coloca su mano una vez más contra su cuerpo para mantenerlo a salvo y asegurarle que nada va a pasar. Zayn lo duda—. Es sólo un viejo edificio —le susurra Liam dulcemente al oído—. Si tuviera un interruptor aquí mismo y encendiera las luces, las cosas serían absolutamente iguales, no habría ninguna diferencia —y Zayn intentó con todas sus fuerzas creer esas cosas que Liam estaba susurrándole al oído.

Caminaron cuidadosamente a través de la institución abandonada, sosteniéndose el uno al otro imposiblemente cerca, Zayn pestañeaba cada vez que escuchaba los sonidos más tranquilos que hacía. Eventualmente, se establecieron en lo que parece haber sido la cocina del Manicomio, ya que es el único lugar que está menos dilapidado y listo para desmoronarse. Liam se sienta contra la pared y Zayn ocupa el espacio entre sus piernas, en su abrazo; la única luz que entra por la ventana es la de la luna y la iluminación ocasional que golpea a través de la lluvia. La noche no se ha sentido tan larga para Zayn en mucho, mucho tiempo.

—Estoy tan asustado... —susurra Zayn, casi inaudible, sólo para que Liam lo escuche. Él no necesita que las criaturas que están al acecho aquí por la noche lo escuchen y jueguen con él—. Voy a morir.

—Deja de decir eso —dijo Liam, con suavidad pero severamente—. No vas a morir. Solo vamos a pasar aquí la noche porque ambos fuimos estúpidos. Y verás que en la mañana, todo va a ser lo mismo que era antes, y tú y yo vamos a estar vivos e iremos a tomar un café y hablaremos de todo —sus manos tienen un contro firmel sobre Zayn mientras acaricia el rostro sobre el cuello de su amante—. Te amo.

—Te amo —responde Zayn con un suspiro. Se le ha puesto la carne de gallina y sus rodillas se sienten como de goma, pero debe mantenerse fuerte. No es más que un estúpido, viejo hospital para personas locas. Nada que temer, ¿verdad?—. ¿Crees que Angela sepa que estamos aquí?

—No lo creo —responde Liam en voz baja, cerrando los ojos. Realmente no hay una diferencia, considerando que no puede ver nada con los ojos abiertos—. Ella es tan vieja pero maravillosa, educada y amable al mismo tiempo, no creo que hiciera algo como esto. Ella podría haberse ido y puede que no nos haya visto, y tal vez cerró el campus, supongo que lo hace todo el tiempo. Pobre anciana —Zayn tragó el nudo que tenía en la garganta. Liam podría estar en lo cierto, pero aún sigue teniendo dudas sobre la anciana. Pero el escenario que Liam le presenta suena bastante creíble.

Permanecen en silencio durante un par de segundos antes de que escucharán un sonido otra vez. Es un sonido silencioso y rápido que detiene el corazón de Zayn por un breve segundo. Suena como un aullido, como un lobo aullando por su manada—. Es sólo el viento, Z —le recuerda Liam al oído cuando Zayn se petrífica contra él—. El viento hace esos ruidos cuando pasa a través de las ventanas, no es nada.

—E-Esta bien... —murmura Zayn, con los ojos aún abiertos y escaneando la sala, viendo muy pocas cosas a través de la oscuridad—. ¿Cómo puedes estar tan tranquilo estando aquí?

Sweeter Than Heaven |l.s.| EspañolWhere stories live. Discover now