III

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-Lo siento, no te conozco- estaba dispuesta a irse de no ser por Jeff, quien la tomó de la muñeca antes de que pudiera dar un paso.

-Yo sí te conozco- dijo con una perturbadora voz, una gruesa, siniestra y desquiciada voz-.Tu padre es el rey ¿no es así?- sonreía y sus ojos blancos la miraban fijamente,  movía su cabeza de un lado a otro,  de izquierda a derecha, mientras daba vueltas entorno a Scarlett con pasos pequeños-.Pequeña, pequeña,  pequeña-rió desconsoladamente-.Pensé que nunca te conocería-con su dedo índice recorrió el contorno de la mandíbula de la castaña y al terminar metió su mano exageradamente en su bolso.

-¿Conoces a mi padre?

-¿Qué si lo conozco?- volvió a reír-.Cariño- se acercó  a ella-, sin mi no puede vivir-le susurró al oído.

-¿Sabes dónde está? -preguntó tartamudeando.

-Claro,  pero- dijo alargando la última vocal-No puedo llevarte- se cruzó de brazos mientras negaba con la cabeza.

-¿Por qué?.

-Mira-chasqueó la lengua y sorbió saliva para sus adentros haciendo un sonido realmente asqueroso-.Al rey no le gusta que lleve a la muchedumbre para molestarlo,  y tú-la señaló de abajo hacia arriba-.No creo que seas lo suficientemente importante como para entrar cariño.

-¿Eso crees?- suspiró algo cansada-.Está bien,  supongo que iré sola-comenzó a dar pasos pequeños retrocediendo.

-Suerte con eso querida-movió su mano izquierda en forma de despedida, se dio la vuelta para seguir con su camino.

-Supongo que al rey, no le gustará saber que con quien no puede vivir,  apuñaló a su hija sin razón alguna y luego no la quiso llevar a donde él -Jeff gruñó y se dio la vuelta lentamente de nuevo.

-Esta bien, te llevare preciosa, pero tú a mi-la miró y se tomó un momento-.No me conoces- volvió a reír,  hecho su cabeza hacia atrás-.Dame tu mano. 

-No después de intentar matarme. 

-¿Quieres ir con tu padre, no?-le tendió su mano, ella la tomó cautelosa, pero nunca con miedo.

Él comenzó a correr y brincar sobre los árboles, la pequeña brisa del bosque chocaba contra sus mejillas, las cuales se tornaron rosadas, sentía como un vaivén, sus pies debido a la fuerza con la que él se balanceaba entre los árboles daban un paseo de derecha a izquierda, de arriba a abajo, capturando cada centímetro del lugar donde pasaran.  Algo le llamaba la atención a Scarlett sobre él, no sabía si era su peculiar rostro, la manera sarcástica de hablar, los ademanes exagerados que utilizaba de manera natural, como chasqueaba la lengua  al terminar una oración larga, o su magnífica risa que inundaba cada rincón de su cabeza, esa voz penetrante e inconfundible, aquellos ojos que examinaban su alma como si fuera un libro o su cabello oscilando como el péndulo de algún reloj. Algo de él le hacía querer conocerlo, pero a la vez sentía como si ya le conociera.


Pasados unos pocos minutos llegaron a lo que hace algunos debería llamar casa, se deshizo del agarre de Jeff y corrió hacia la casa que a los ojos humanos era invisible.

-Suerte-su fulminante risa volvió a sonar en todos los alrededores.

Scarlett hizo caso omiso a la risa burlona de Jeff y a una distancia prudente pudo ver que alrededor de la casa había una especie de pared, la cual daba la ilusión de espejismo, como si fuera una combinación de colores por el reflejo de la luz en el agua, cruzó sus brazos a la altura del rostro para protegerse a causa del miedo combinado con adrenalina, la risa de Jeff se intensificaba cada vez más hasta el punto de ser odiosa, al pasar aquella cortina extraña que separaba el castillo de la realidad fue como si cayera en un precipicio largo y profundo, la respiración de la pequeña de a penas doce años se aceleró al igual que su ritmo cardíaco, solo podía ver como se alejaba cada vez más y la risa, la fastidiosa risa de Jeff que retumbaba en su cabeza comenzaba a desaparecer, soltó un grito ahogado y cayó al césped grisáceo que rodeaba el castillo, los hongos no eran como los demás del bosque, o como los de Filipinas, no, eran exageradamente escasos de color, al igual que todo a su alrededor, se levantó adolorida "¿Cuánto más tengo que aguantar?" pensó.

Como el Fénix  #Wattys2018Where stories live. Discover now