XV

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No tengo idea de si él es mi salvación o mi perdición.

Regresé al castillo durante el cambio de guardia, no pude evitar pasar por la iglesia donde había visto por última vez a Ben, me percaté de algo nuevo. Ver su sangre seca en el suelo era como si estrujaran mi corazón contra una lija para metal, comencé a llorar involuntariamente, había una pluma pegada al suelo debido a la sangre, y supe rápidamente de quien era la flecha que había atravesado a Ben aquel día.

Volví al castillo lo más rápido posible por las catacumbas, al llegar a la puerta principal dentro del castillo escuché a los guardias hablar.

-¿Qué está haciendo un Schuster pisando los páramos del castillo Sutton?

-Necesito hablar con la princesa.

-No eres digno de estar aquí pequeño chupa sangre, existen avenencias que no están en tu poder cambiar.

-Déjalo pasar-le dije al guardia sin mirar a Rubén a los ojos, el guardia se quedó perplejo como si no hubiera entendido lo que acababa de decir-.He dicho que lo dejes pasar-comenzó a cambiar mi voz a un tono más grueso.

-Iré a consultarlo con el rey.

-Consúltalo conmigo, mi padre ha salido a hablar con los banshee.

No lo quedó más remedio que abrirle paso al vampiro. Caminamos en silencio hasta el salón principal, ambos nos sentamos mientras el calor de la chimenea nos refugiaba del temible frío de invierno.

-He descubierto de quien es la flecha- dijo algo orgulloso-.Y no te agradará mucho escuchar esto pero, es de Jefferson Dupree, tu subordinado.

-Ya lo sabía, lo descubrí hace poco cuando estaba de regreso, pero me impresiona tu intrépida rapidez, ya puedes retirarte.

-Acabo de llegar.

-Si te quedas más tiempo los guardias comenzaran a a sospechar y comenzar rumores que pronto llegarán a oídos de Jeff y después a los de mi padre.

-Recuerda que la revolución debe comenzar antes de que sea demasiado tarde, me retiro princesa-hizo una reverencia que no era más que burla-.Tengo asuntos pendientes con los Hashberg.

-¿Qué asuntos tendría un vampiro con la familia de hombres lobo más poderosa de esta región?

-Hasta luego.



Una vez ya en mi habitación sólo estoy esperando que llegue Jeff a informarme sobre la cena de esta noche. ¿Cómo es posible que la persona a la que fue confiada mi vida me traicione de tal manera? Con lágrimas en los ojos sostengo el pañuelo que me dio el ángel, y con el limpio aquellas lagrimas que al contacto con el pañuelo se convierten en pequeños y finos cristales. El sonido de la puerta de mi habitación abrirse me hace dejar caer al suelo los cristales.

-¿Sabes qué es esto?-pregunto cínicamente con un tono de locura en mi voz.

-No.

-¡NO MIENTAS!-me levanté bruscamente alzando el brazo con la mano estirada tomando el cuello de Jeff sosteniéndolo contra la pared en lo alto apretando-.¿Hasta cuando seguirás mintiéndome?

-No lo entenderías.

-¿Qué has dicho?- apreté cada vez más su cuello.

-Sabes perfectamente que no lograrás matarme si solamente aprietas mi cuello, solamente es excitante.

-¿Por qué lo mataste maldita sea?-volví mi mano libre en un a daga extremadamente afilada  y la puse en su cuello-.Sabes que puedo oler tu miedo y de ello me alimento, así que cágate del miedo porque no te soltaré hasta que me digas la verdad.

-Fue su idea, para que pudieras ser feliz al menos una vez en tu vida, si el hubiera interferido la maldición se volvería realidad y no podía darse el lujo de verte morir tan cruelmente.

-¿Cuál maldición?

-Y entonces la princesa de las sombras conocerá el amor verdadero hasta que una bestia de las sombras intervenga en una batalla mortal que terminará con la heredera al reino y el mundo de las sombras estará destinado a dejar de existir por los siglos de los siglos desequilibrando la balanza entre el bien y el mal, ya que sin el mal no existe un bien la humanidad entera estará condenada a la miseria hasta que el Dios regresé a poner orden. Él se sacrifico por ti, y tú me pagas así.


Como el Fénix  #Wattys2018Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum